Más allá de su comportamiento en pista, de su actitud en determinados momentos, lo que nunca se le podrá reprochar a Juan Lebrón es que no sea sincero y vaya de cara, que se muestre tal y como es.
El gaditano, visiblemente afectado tras su separación de Ale Galán, quiso dejar unas palabras de despedida al que durante cuatro años ha sido su compañero y con el que consiguió llegar a lo más alto, revolucionando el pádel, cambiando en parte su morfología y ofreciendo un espectáculo tremendo, siendo dos de los grandes culpables del salto que este deporte ha vivido en el último lustro.
De la nada prácticamente al nº1, a dominar con mano de hierro durante varias temporadas hasta que un desafortunado incidente precipitó todo.
Lebrón ha querido ser muy claro en su despedida: »Esta gran aventura nunca la olvidaré, ha sido una de las etapas más importantes de mi carrera».