Padel Spain .- Para Martita, el Costa del Sol International Open se presentaba muy especial ya que, según el cuadro, podría hacer realidad uno de sus sueños: el de enfrentarse en octavos de final a Cata Tenorio, la que fue su entrenadora durante casi toda su infancia… ¡¡Qué duelo más emotivo!!
Para lograrlo, y junto a su compañera Lucía Sainz, antes deberían superar en la ronda de dieciseisavos a Gómez-Olano. Muy concentradas y sin fisuras se impusieron por 6-1 y 7-5, con lo que el choque ante Valeria Pavón y Cata Tenorio ya estaba servido. Un tanto emocionada, la propia Marta nos confesó: «Uff estoy muy nerviosa. Cata fue mi maestra, la persona que metió en mí el gusanillo de la competición. Veía sus triunfos con Valeria en el Circuito Profesional de entonces y yo quería ser igual. Ahora voy a enfrentarme a ella y, desde luego, sí estoy nerviosa».
No era para menos. Tenían delante a las cabezas de serie número 3 y puede que el famoso ‘Miedo Escénico’ se apodase tanto de ella como de Lucía en el primer set, en el que cayeron por 6-3. Es cierto que medían sus fuerzas con las de dos verdaderas maestras pero, tras el varapalo de la manga inicial, decidieron dar un paso al frente: «Le dije a Lucía que teníamos que jugar2 como lo habíamos hecho en Tarragona días atrás, con la misma intensidad y sin importarnos quien tuviésemos delante».
El planteamiento demostró ser el acertado. Llegaron a ponerse con una ventaja de 1-4 en el marcador del segundo parcial y fueron muchos los espectadores que comenzaron a decir: «Ya la esta liando Martita». Cuando parecía que lo tenían todo a su favor, cuando estaban jugando de igual a igual a sus rivales, las tornas volvieron a cambiar. “Algo nos pasó, todavía no se qué, pero de ir 4-1 arriba, nos fuimos al tie break del segundo set».
Experimentadas y curtidas en mil batallas, Cata y Valeria también se apuntaron el segundo set tras la disputa de un apasionante y reñido tie break, que terminó con 7-5 a favor de la dupla argentina.
Pese a la derrota, Marta salió muy contenta de la pista: «Hemos estado ahí. Lucía ha hecho un gran partido y yo he intentado que Cata viera lo bien que aprendí todo lo que me enseñó… Pero no ha sido suficiente. Tanto Lucía como yo nos hemos dado cuenta que aunque todavía tenemos parejas que están muy por encima de nosotras. El principal escollo no está en lo buenas que sean las otras sino en cómo las veamos en nuestra cabeza y en lo bien que juguemos».
Una vez más, compartir un rato con Marta Ortega volvió a ser muy especial… Por su simpatía, por su visión analítica de cada partido, por la corrección de todos sus comentarios así como por la lectura positiva, pero siempre exigente, que extrae de todos y cada unos de sus enfrentamientos. A su edad, y con ese talento, verla jugar es un auténtico placer.
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