Padel Spain .- Era la pregunta que todos los aficionados se hacían antes del inicio del encuentro… ¿¿Conseguirían doblegar los Príncipes a una dupla que parecía consolidarse como una de sus ‘bestias negras’ o, por el contrario, se asistiría a un nuevo éxito de Cristian y Mati? Las incógnitas comenzaron a despejarse muy pronto y es que los actuales número 2 del mundo impusieron su ritmo desde el primer minuto.
Así lo demostró el resultado final: 6-3, 6-2 y 6-3 ante unos rivales que no pudieron aguantar la velocidad que imprimieron los campeones, que salieron muy concentrados, son muchas ganas y con el firme propósito de volver a casa con el triunfo en sus bolsillos.
Por tercer torneo consecutivo, estos cuatro protagonistas volvieron a encontrarse en el encuentro definitivo… Y es aquí donde entra esa ‘realidad’ que afirma que cada partido es diferente, que en deporte nada puede darse por seguro. En un choque vibrante, eléctrico, Juani y Pablo se mostraron superiores en todos los aspectos del juego. Marcaron el ritmo en todo momento, presionaron en la red y no dieron una bola por perdida.
Habría que destacar que Lima fue una muralla infranqueable… Sus adversarios no encontraron un lugar por el que hacerle daño. Por su parte, Cristian y Matías parecieron acusar el desgaste físico de la competición, tras la dura semifinal ante Juan y Bela. El propio Gutiérrez evidenció molestias en el gemelo, lo que le impidió moverse con frescura y, por eso, no se vio dentro de la pista el continuo intercambio de posiciones que suelen realizar.
En el primer set, Pablito y Juani lograron sacar ventaja en el sexto juego, tras romper el servicio de Matías Díaz. Se trató de un parcial en el que Cristian y Matías tuvieron escasas opciones de inquietar a sus rivales… Las diferencias de intensidad fuer aún mayor en la segunda manga. Con un arranque vertiginoso, Lima y Mieres consiguieron dos breaks consecutivos y una ventaja de 4-0 en el marcador.
El público disfrutó y no se cansó de aplaudir. «¡¡¡Qué espectáculo, qué bestias!!!». Esos fueron los comentarios más oídos desde las gradas, por parte de un público que se volcó en su apoyo hacia Díaz-Gutiérrez, con continuos cánticos como «ole, ole, ole» o el tradicional «si se puede…». De esa manera trataron de provocar una reacción que nunca llegó.
Las opciones más claras para los campeones de Coruña y Santander llegaron en el cuarto juego del tercer set, cuando dispusieron de dos bolas de break. No las aprovecharon y, desde ese instante, el camino de los Príncipes pareció allanarse. No tardaron de quebrar el servicio de Cristian en el séptimo y acabaron sentenciando con otra ruptura en el noveno.
Victoria con un valor triple para para Lima y Mieres ya que recibieron un importante refuerzo moral y, en el plano deportivo, acabaron con la racha de 14 partidos invictos de Cristian y Matías y, a su vez, recontaron un poco más la diferencia que les separa de los actuales número 1 del mundo: Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín.
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