Padel Spain .- Cuando la confianza está por las nubes, cuando se sienten capaces de lograr cualquier gesta, cuando se tiene la certeza de que el compañero siempre responderá, todo es más sencillo. Eso es lo que, en estos momentos, le paso a Cristian Gutiérrez y Matías Díaz. Han encontrado un gran punto de equilibrio y compenetración, lo que les está permitiendo que acumulen triunfo tras triunfo. Ya suman 14 partidos sin conocer la derrota y, en el último de ellos, superaron a los actuales número 1 del mundo en las semifinales de El Puerto de Santa María International Open.
Es cierto que los Reyes no están al cien por cien. Bela no está recuperado por completo de una fascitis plantar que hizo que se dudase de su presencia en tierras gaditanas. Al de Pehaujó se le vio correr casi de puntillas, como si fuese un bailarín de ballet, para no forzar una planta del pie que le sigue dando bastantes quebraderos de cabeza… Por si no fuera suficiente, hasta el clima se puso de lado de Cristian y Matías porque, a medida que avanzaba la noche, la humedad hizo que cada vez fuese más difícil sacar la pelota y el juego se tornó en un intercambio de golpes exquisitos, que arrancaron los continuos aplausos del público… Y ese escenario es el que más le conviene a Gutiérrez-Díaz.
El choque estuvo muy igualado de principio a fin. La balanza se pudo inclinar hacia cualquiera de los dos lados pero, como viene siendo habitual en duelos de tanta calidad, los pequeños detalles terminaron siendo decisivos.
En el primer parcial todo se resolvió en el décimo juego, cuando Juan y Bela rompieron el saque de Matías a la primera bola de set que tuvieron. Hasta entonces, ambas parejas se habían limitado a tantearse, a estudiarse y a no arriesgar en exceso. Dentro de la pista, Cristian y Matías fueron intercambiando posiciones, como vienen haciendo en los últimos encuentros, pero, desde luego, funcionaban mejor con Gutiérrez al revés.
Es muy posible que uno de los momentos ‘clave’ fuese el inicio de la segunda manga… Y es que nada más comenzar, una bola de break que desaprovecharon los Reyes al saque de Cristian hizo que los ‘aspirantes’ se viniesen arriba, apretasen los puños y, justo a continuación, rompieron el servicio de Bela. Paso a paso, Juan y Bela se fueron recuperando y aunque lograron igualar la contienda en el sexto juego, no lograron consolidar su saque y, con nuevos errores no forzados, permitieron que la contienda se marchase al tercer y definitivo parcial.
Como ya hemos dicho, con menos posibilidades para sacar la bola, todo tendría que definirse dentro de la ‘caja de cristal’. Fue un duelo de artistas, de magos… Fue un verdadero pulso entre Cristian y Juan Martín.
Matías acumuló todos los errores con su saque en el sexto juego. Del 40-0 pasaron a bola de ruptura a favor de los sus rivales. Podía ser el punto de partido, pero la dejada desde el fondo que intentó Díaz, al estilo de Federer, se murió en la red y con ella toda posibilidad de break. Matías se redimió con un par de grandes golpes y se creció aún más en el juego siguiente, el que acabó definiendo el compromiso.
Fue el peor momento de los número 1. Con el saque de Bela, no estuvieron nada acertados, puede que con la cabeza aún puesta en la gran oportunidad que acababan de dejar pasar… Y ante oponentes de tanta calidad, no estar concentrados al máximo se paga muy caro. No sumaron ni un juego más, sufrieron otro break y se despidieron del torneo portuense.
Era el triunfo que les faltaba a Cristian y Matías. Ya han ganado a todos los de ‘arriba’, vuelven a estar en otra final y lucharán por la conquista de su tercer título consecutivo… ¿¿Se lo habrían imaginado al principio de temporada?? Puede que ni en sus mejores sueños pero ya es toda una realidad que se han labrado a base de buen juego, ganas, trabajo y talento.
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