Qué manera de sufrir, qué manera de ganar

Padel Spain.- La fe mueve montañas. Un gran ejemplo de lo que acabamos de decir lo pudimos ver en la tarde del domingo en Fuengirola. Carolina Navarro y Cecilia Reiter conquistaron su quinto título de la temporada tras salvar cinco bolas de partido ante Icíar Montes y Patty Llaguno (6-1, 4-6 y 7-6).

«Si no han perdido hoy, no perderán nunca…». Y puede que no le falte razón al aficionado malagueño que, después de 184 minutos de una intensa final, aplaudió el esfuerzo de su paisana Carolina y su compañera Cecilia. Ese aplauso se extendió también a Icíar y Patty, quienes tardarán en olvidar lo sucedido en este encuentro.

Carol y Cecilia primero lo tuvieron todo para ganar, luego llegaron a estar contra las cuerdas pero acabaron como siempre: mordiendo otro trofeo.

El aficionado que sólo viese el primer set, seguro que se fue convencido de que las actuales número 1 del ranking PPT ganarían el duelo con facilidad. En ese parcial, saltaron a la pista con furia, muy concentradas y en apenas 32 minutos ‘vapulearon’ a sus rivales con un rotundo 6-1.

Cuando las fuerzas se igualan…

Icíar y Patty tardaron en meterse en el partido. No pudieron llevar el ritmo hasta bien avanzada la segunda manga, cuando se sintieron más cómodas en la pista tras romper el servicio de Navarro en el sexto juego.

A pesar de que no lograron consolidar la ventaja, supieron esperar a la siguiente oportunidad (que llegó en el décimo juego) para obtener un nuevo break sobre el saque de Carolina y, de esa manera, nivelar la contienda. 

El compromiso se decidiría en el tercer set, en el que pasó de todo. Primero, Navarro-Reiter rompiendo el saque de Montes en el quinto juego, pero no pudiendo consolidar en el siguiente. Las cosas se complicaron más para Icíar y Patty, cuando esta última requirió los servicios del fisio ya que estaba totalmente acalambrada. 

Otro break en el noveno juego dio a Carolina Navarro la oportunidad de cerrar la final con su servicio. Sin embargo, no tuvieron ni una sola ocasión. Salvaron tres bolas de break aunque a la cuarta el marcador volvió a nivelarse: 5-5.

Llaguno estuvo enorme. Aguantó el asedio constante y suplió con cabeza sus evidentes problemas físicos. Jugó de forma muy inteligente y recibió el constante apoyo de su compañera, que apenas si tocó la bola en esa fase del encuentro.

Así se llegó al juego más emocionante de la final, el duodécimo. Navarro tenía el saque para forzar el tie break. En ese momento comenzaron a sucederse las mejores oportunidades de Montes-Llaguno, que dispusieron de hasta cinco bolas para hacerse con la victoria. Enfrente se toparon con unas oponentes decididas, arriesgadas, que fueron al límite en cada golpe y alcanzaron su objetivo… llegar a la muerte súbita. En esa instancia no fallaron las número 1. Carolina y Cecilia aprovecharon una mínima ventaja y acabaron celebrando con más alegría que nunca la conquista de un nuevo título.