Han llegado a la final dos de las parejas que, por nombre, partían entre las favoritas a la victoria. Las dos más fuertes, las que mejor han jugado y las que, por propio merecimiento, han logrado que su bagaje de puntos fuera más amplio que el del resto.
Por un lado los españoles Pablo Lijó y Álex Ruiz, unidos solo para la ocasión, una dupla de circunstancias que se ha acoplado bastante bien y que está dejando muy pocas fisuras en su juego a tenor de los resultados. Sus rivales en semifinales, Lucas Campagnolo y Lucas Bergamini son dos de los que más les han encontrado las cosquillas y precisamente, dos que merecían llegar también a la final por su estético y productivo juego.
Sin embargo, el gallego y el andaluz supieron aclimatarse mejor al sufrimiento y al duelo ajustado (5-7 y 6-7) a pesar de recibir primero un break en contra que, casi sin tiempo para ser digerido, fue devuelto al otro lado de la red. Tras ese intercambio de roturas, todo volvió a la normalidad hasta la parte final, donde fueron Lijó y Ruiz los que esta vez y de manera definitiva, asestaron su golpe al saque de los brasileños que, esta vez, no pudieron responder y cedieron la primera manga.
En la segunda, el nivel volvió a estar muy alto, tanto que hubo que irse al tie break para definir quiénes quedaban por encima, ya que no se concedieron ninguna tregua ni en ataque ni en defensa y si unos golpeaban duro los otros lo hacían más pero, en el desempate, el mayor poder físico de Lijó y Ruiz y su mayor experiencia supuso un punto extra en la tensión de decidir a los ganadores. Primer torneo como pareja y primera final para ellos, mejor imposible.
En el otro duelo, con cuatro argentinos como protagonistas, había varios nombres propios sobre el tapete. Denis Perino y Agustín Tapia, pareja que se había juntado para la cita tras la lesión de este segundo durante cinco meses y que reaparecía con síntomas totales de estar mejor casi que cuando se fue, y Fede Chingotto y Juan Tello, componentes de calidad, movilidad, pegada y trabajo. Todo junto anunciaba una semifinal que, quizá en el primer envite, quedó algo descafeinada debido a lo abultado del resultado (1-6 y 5-7).
Y es que Chingotto y Tello se plantaron en la red, apretaron bola sí, bola también y minimizaron sus errores para ponerse por delante y avanzar con zancadas amplias y firmes, rompiendo el servicio de Tello y Perino, incómodos y con poca fluidez, una y otra vez.
Así, casi con un set perfecto, se iban al banco los cuatro para volver dos de ellos de muy diferente manera. Denis y Agustín cambiaron radicalmente y ahora sí mostraron el nivel que venían enseñando toda la semana, más activos de piernas, fallando menos, devolviendo todas las bolas y creando mucho peligro al otro lado de la red. Aunque fueron por detrás en el marcado, Tapia y Perino no se arrugaron y pudieron igualar la contienda hasta que, en la parte final, un nuevo arreón de sus oponentes ya les supuso la losa definitiva que no pudieron levantar.
Aun así, un torneo magnífico para ellos y más si cabe para Tapia, que ha demostrado haberse recuperado al 100% y estar con muchas ganas.
La final la tendremos no antes de las 11:30 entre Álex Ruiz y Pablo Lijó ante Fede Chingotto y Juan Tello. ¡Mucha suerte!
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