En esta ocasión, la juventud se impuso a la veteranía, el desparpajo a la experiencia y Martita Ortega y Ariana Sánchez a Carolina Navarro y Cecilia Reiter. En el duelo de generaciones, fueron las de menos años en el DNI las que se llevaron el gato al agua.
Un marcador de 6-3 y 6-4 ha puesto en las vitrinas de la madrileña y la catalana su tercer entorchado como profesionales (el primero en categoría Challenger) demostrando que de calidad y ambición van sobradas y que únicamente les falta algo de poso y recorrido para ser, en el futuro, una dupla ganadora.
Al otro lado de la red les esperaban Carolina Navarro y Cecilia Reiter, rivales con ADN de combate y entrega, rivales que nunca se rinden y que, por muy malas que vengan, sacan el gen peleón de la argentina y el carácter de la malagueña para solventar cualquier dificultad.
Las cuatro, en medio del Pabellón Javier Imbroda de Melilla, dieron un buen recital de pádel, levantando en más de una ocasión al respetable que quiso madrugar para verles desde las 9 de la mañana. A pesar de que las diferencias en el marcador final son grandes y que reflejan que fueron Martita y Ari las que llevaron el peso del partido, hay que decir que tanto Carol como Ceci supieron pelear y aguantar y que dejaron muy buenos puntos.
Eran las dos mejores parejas y lo demostraron. Unas empujando, las otras defendiendo y contragolpeando, a remolque pero agarradas al partido; sin embargo, aunque siempre estuvieron cerca, ni Carol ni Ceci se pudieron terminar de montar en un choque que iba a todo trapo para sus rivales, quienes impusieron un ritmo mucho mayor y que llegaron a ir 5-2 en el set y que solo tuvieron dudas a la hora de cerrar tanto este primer parcial como el segundo.
En el segundo, precisamente, las diferencias se estrecharon y en ese juego de intercambios bien pudieron haber sacado mayor tajada las jugadoras de StarVie, pero los fallos en el décimo juego, donde perdieron su saque y concedieron un postrero break a Martita y Ari, fueron la gota que decantó el peso de la balanza en su contra. Sin cometer ya los errores del primer parcial, Martita y Ari cerraron un torneo fantástico al que llegaron como cabezas de serie número 1 y se marcharon con el título bajo el brazo.
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