El último fin de semana del pasado mes de octubre, tuve la oportunidad de tener una de las experiencias más bonitas que he tenido hasta el momento como psicólogo del deporte… formar parte del equipo técnico de la Escuela del Club de Pádel Sanset en el Campeonato de España Junior e Infantil, gracias a Diego Mieres, director de la Escuela, y Rocío Ortega, responsable del Club Sanset. Si a todo ello le sumamos los buenos resultados obtenidos por los chicos de la escuela (Campeones de España 2ª categoría Infantil y 3er puesto en la categoría Junior de 2ª), eso hace que la experiencia sea extraordinaria.
En esta ocasión, mi función se limitaba a facilitar a los jóvenes jugadores pautas para el control del nivel de activación, facilitar la comunicación con la pareja de juego, la gestión de rutinas antes, durante y después de la competición, así como la intervención individual en caso de requerirlo.
Si bien la experiencia fue limitada en el tiempo, es un paso más del pádel de cara a apostar por el rol del psicólogo deportivo en este deporte. Una figura que aún no se percibe como estrictamente necesaria en el pádel, pero sí que es valorada tanto padres como algunos técnicos y clubes de cara a implementarla tanto en las escuelas de pádel como en los equipos técnicos.
El rol del psicólogo deportivo, no debe reducirse a la intervención en casos de «urgencias deportivas», sino, que debe aportar valor en el desarrollo deportivo y personal de los deportistas más jóvenes, así como en la comunicación en el triángulo padres-jugador-entrenador.
La labor del psicólogo dentro del club debe iniciarse con una explicación clara del significado de lo que realmente es la «psicología deportiva», así como de las funciones principales del psicólogo en este ámbito de actuación. Posteriormente, debe hacerse visible la utilidad del rol del psicólogo deportivo mediante la explicación, entrenamiento y uso de aquellas herramientas que cubran las necesidades del deportista (visualización, técnicas de relajación, gestión del estrés, etc,.).
Una escuela deportiva no sólo debería considerarse como un lugar de entrenamiento para la competición deportiva, en el que el psicólogo deportivo juegue un papel importante en el asesoramiento de técnicas que potencien el rendimiento, sino que además, debe ser parte del desarrollo personal del deportista, facilitando la transmisión de los valores del deporte a la vida personal.
Para ello, el psicólogo, en relación directa con los entrenadores y los responsables de la propia escuela de pádel, deben implementar talleres y actividades para facilitar el desarrollo deportivo y personal de aquellos jugadores de pádel más jóvenes, en el que formen parte los tres ejes del triángulo entrenador-jugador-padres, así como intervenir tanto a nivel grupal como individual para potenciar el rendimiento del deportista en la competición.
¡Es el momento de apostar por el desarrollo integral del jugador de pádel… y algunos clubes comienzan a dar los primeros pasos… GRACIAS!!
Juan P. Vegas
Psicólogo Deportivo
Experto en Psicología Deportiva (UNED)
Col.: M-31595. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
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