Hola amig@s,
Aquí estamos otra vez..y para empezar el artículo de hoy se me ha ocurrido hacer las siguientes preguntas:
¿A ti te pasa que te cuesta jugar los partidos cuando tu rival juega despacio? ¿O que rindes mucho mejor cuando juegas con rivales que juegan más rápido? ¿Eres consciente de por qué tu rendimiento disminuye en los partidos donde la bola te viene más despacio?
Teóricamente, si la bola viene más despacio tendrías más tiempo para preparar tu golpe y para anticiparte a la jugada, ¿no? Pero no es eso que ocurre, ¿verdad?
Analiza, visualízate jugando los partidos cuando la bola viene rápida, ¿qué es lo que sueles hacer? Si sabes jugar cuando la bola viene más rápida, es porque sabes moverte rápido y reaccionar rápidamente pero, ¿que pasaría si te siguieras moviendo rápido en los partidos donde la bola viene más lenta? Y si además de eso te mantuvieras súper atento y alerta mentalmente como lo haces cuando el juego es rápido, ¿cuál sería el resultado?
En la competición vas a encontrar todo tipo de rivales, desde los más agresivos, los más pacientes, los más tácticos, los que no dan mucho ritmo al partido… hay que saber adaptarse a todo el tipo de situaciones ya que, independientemente del tipo de juego, gana el partido el que mete más bolas en pista, sean más rápidas o más lentas.
¿Qué te está faltando para poder aprovechar la oportunidad y jugar tu mejor juego en esos tipos de partido?
Siempre digo en los entrenamientos que para dominar el juego tenemos que saber jugar despacio, medio y rápido; es muy importante controlar todas las velocidades del juego y saber combinarlas, utilizarlas durante el partido. Cuánto más recursos tengas más difícil se lo pondrás a tu rival.
Cuánto más lento es el juego más tienes que saber moverte. Si no estás rindiendo como te gustaría es muy probable que no te estés moviendo bien, seguramente estás más parado de lo que piensas y tanto tus piernas como tu cuerpo no se está moviendo lo suficiente.
La bola más lenta tiene que ser jugada con la misma intensidad, energía y presencia que la bola fuerte, solo que despacio. El control de la pelota se da con el cuerpo, con las piernas, por eso, ¡no te pares! Sigue moviéndote, sube a la red con tu compañero con energía, dale la información de dónde están colocados los rivales, sigue comportándote como si jugaras rápido.
Métete en el partido física y mentalmente y te darás cuenta de que llegarás antes a la bola y tendrás más tiempo para decidir dónde jugarás la pelota.
Lo que pasa es que cuando el rival juega lento solemos contagiarnos (ENTRAMOS EN SU FRECUENCIA) y empezamos a movernos más lento y a jugar más despacio también. Tampoco tienes que intentar jugar fuerte todas las pelotas porque, seguramente, cometerás más errores de lo habitual. Hay que encontrar una velocidad intermedia de base para sostener el peloteo y acelerar la bola cuando toca. Pero lo más importante es moverse súper bien, estar activo en el partido. Pero tendrás que aprender a jugar en esta velocidad y frecuencia…y para eso, si no estás acostumbrado, necesitas entrenar.
Un jugador tiene que tener mucho control sobre su cuerpo y sobre su mente, te invito a que empieces a entrenarlo:
Ya verás como te sentirás orgulloso de ti al conseguir superar este reto…ganaras más recursos y confianza a la hora de competir.
Competir bien no es solo tener talento, o buenos golpes…competir bien es tener flexibilidad, es saber adaptarse a todo el tipo de situación y seguir rindiendo!
Mucha suerte amig@s
Un abrazo con cariño, Neki Berwig
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