Ya llevamos varias semanas de pretemporada y algunos circuitos locales ya han dado comienzo.
En estos meses de invierno y previos al grueso de la competición hay que hacer un trabajo donde se siembre la base para los meses venideros.
En la parte física debe haber un buen trabajo de volumen y fuerza que nos aporten una base sólida de resistencia y potencia, además de que según avance la pretemporada hay que ir perfilando el trabajo en algo más específico y funcional que nos aporte movilidad y rapidez de reacción.
En el apartado técnico-táctico debemos generar volumen y trabajo específico simultáneamente, en aras de de ganar confianza y depurar las sensaciones técnicas que a cada individuo corresponda en cada situación específica y personal.
No cabe duda que todo este trabajo debe ser minuciosamente diseñado y preparada para cada perfil de jugador y enfocar unas tareas u otras en virtud de las necesidades específicas que correspondan a cada uno.
La parte táctica y estratégica debe ser trabajada también, ya que hay situaciones de juego que se repiten y reiteran en muchos partidos de competición y no cabe duda de que hay que ensayar y automatizar determinas situaciones específicas del juego que sin ese riguroso trabajo metódico no se podrían resolver con soltura y eficacia.
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