Gracias a un trabajo incansable y a no dejar de creer nunca, Carolina Orsi conseguía triunfar ante los suyos, ganar en casa un título que el año pasado se le resistió en la final (perdió ante Patty Llaguno y Lucía Sainz). En esta ocasión, con nueva compañera y siendo mucho más completa en la pista, no ha dudado en hacerlo suyo.
Se medía, junto a Nuria Rodríguez y como quintas cabezas de serie, a las nº2, Marta Marrero y Aranza Osoro, otras que debutaban en una pelea por un título, una pareja que al igual que ellas había tenido alguna eliminatoria con dudas y más trabajo del esperado, pero que se había plantado por pegada y consistencia.
Así pues, con dos parejas con ciertas similitudes y con la garra como elemento indispensable, saltaban a la pista, calor mediante, para iniciar las hostilidades. Ese calor lo aprovechó la local Orsi para empezar a soltar el látigo y a fabricar agujeros en la defensa de Marrero y Osoro a través de siete oportunidades de break de las que se anotaron tres; sus rivales, con solo dos juegos conseguidos, obtuvieron uno con esta fórmula, muestra de lo maniatadas que estuvieron (6-2).
A este parcial le seguiría una respuesta más que contundente de la canaria y la argentina. Subiendo las pulsaciones, apretando como no lo habían hecho hasta el momento y logrando que esta vez sus golpes sí conectaran y que unos cuantos juegos más subieran a su marcador. La final había empezado por fin para ellas.
Combate pues, a golpes constantes, en la segunda manga, sin poder distanciarse ninguna de las dos parejas y haciendo que, irremediablemente, tuvieran que irse al tie break para saber si todo se alargaba o si ya era el final. Lo resolvieron a su favor Marta y Aranza con un 7-9 para poner el 6-7 y citarse en el tercero.
Nuevamente la inercia cambió de bando y pasó al lado de Carolina y Nuria, quienes recuperaron cierto control y tanto en su servicio como en el de las rivales cogieron el protagonismo. Su juego se imponía al del binomio hispanoargentino, adaptándose mejor a las condiciones y con una constante incidencia en el juego de la italiana, que era un peligro constante.
Gracias a ello, obtuvieron un break que desniveló la situación y que acabó por confirmarles como campeonas del FIP Platinum Cerdeña (6-2, 6-7 y 6-3).