Sesión bastante plácida en cuartos de final. La cita de Málaga no alteraba en exceso las pulsaciones de las jugadoras este viernes, siendo más una jornada de transición de cara a elevar la pelea en la antesala de la final, algo que con el calor y la elevada continuidad de partidos se agradece.
Así, los partidos discurrieron con una buena velocidad, sin freno y terminando bastante rápido, todos salvo uno, que sí se fue a los tres sets y que obligó a la pareja preferida de la grada a volver a exprimirse y a terminar con un final agridulce: victoria y retirada.
Hablamos de la dupla formada por Bea González y Delfi Brea que, si ya en octavos necesito más de 2:30 horas en pista, ahora en cuartos ha tenido que volver a tirar de aguante en las piernas. Rivales más que conocidas, Aranza Osoro y Marta Marrero, dos que empezaban con las prestaciones bastante bajas y recibían un parcial bastante amplio en contra (6-2), pero que luego se recuperaban y sacaban la garra de la argentina y la competitividad de la canaria para hacer frente a las ‘Súper Pibas’.
Les sorprendían en la segunda manga mejorando mucho sus prestaciones en defensa y siendo más contundentes al resto para devolverles el golpe juego a juego (2-6) y, finalmente, entrar en una tercera manga en la que por inercia final y pegada, Delfi y Bea acabaron llevándose la victoria (6-2, 2-6 y 6-4) aunque, eso sí, con daños colaterales, pues decidían retirarse de cara a las semifinales debido a la lesión de la local, que le impedirá tomar parte este sábado.
Las favorecidas en este caso serán Gemma Triay y Claudia Fernández, quienes tras derrotar por 6-1 y 6-3 a Virginia Riera y Carmen Goenaga, accederán directamente a la final, con un día de descanso entre medias.
Por su parte, Ari Sánchez y Paula Josemaría vencían a Jessica Castelló y Claudia Jensen con un 6-2 y 6-3 y después se produciría la gran sorpresa del día.
Lucía Sainz y Patty Llaguno, experiencia de nº1, grandes veteranas y competidoras hasta el extremo, daban el do de pecho frente a Martita Ortega y Sofia Araújo, ganadoras en el torneo de Génova, y les dejaban sin pisar el fin de semana.
En un partido que se antojaba en las previas como igualado, sería manejado con soltura por Llaguno y Sainz, lidiando a la perfección con la estrategia, consiguiendo puntos largos, trabajados y sabiendo navegar en las complicadas aguas del saque (hubo tres opciones de break para cada pareja en el primer set y nueve en el segundo).
Tirando de fortaleza mental, fueron capaces de minimizar sus complicaciones con el servicio, no así Ortega y Araújo, bastante menos efectivas especialmente en una segunda manga en la que tuvieron siete bolas de break en contra (lograron, eso sí, defender cinco de ellas), llevando el partido a su terreno y forzando la máquina justo en los momentos precisos. Así obtendrían el 6-4 y 6-2 con el que se metían en unas nuevas semifinales, donde se verán con las números 1.