En una jornada que marchaba con cierta tranquilidad y que buscaba terminar de igual manera, sin sobresaltos y con el objetivo de que todos ahorrasen fuerzas de cara a los cuartos de final que empiezan este viernes, hubo dos duplas (una de ellas especialmente), que quisieron agitar un poco el árbol a ver qué caía. Y encontraron frutos.
Los primeros en remover las aguas fueron Agustín Torre y Diego Ramos porque, a pesar de haberse adelantado con enorme soltura en su partido ante Luciano Puppo y Matías González (6-1), estos no quisieron entregarles la victoria así como así.
Quisieron plantarles cara y lo hicieron muy bien, mejorando sensiblemente en la segunda manga (3-6) y obligando a que el partido se estirara en busca de los ganadores finales. En el tercer set veríamos por vez primera pelea, mucha igualdad, y a los cuatro integrantes sin dejarse nada, llegando incluso al desempate, donde la experiencia fue clave. Torre y Ramos se harían con el partido gracias a un 6-1, 3-6 y 7-6.
Después llegaría el turno de los que más focos acapararon, Javier Pérez Morillas y Juan Pablo Andrada. En una excelente puesta en escena, fueron capaces de arruinar las aspiraciones de la pareja nº6, Pablo Barrera y Santiago Rolla.
El partido tuvo batalla casi en cada bola y únicamente una resistencia numantina de Morillas y Andrada les permitió salir airosos, salvando la friolera de 12 bolas de break en contra en el partido; un premio al esfuerzo que les significó, con un 7-5 y 7-5, llegar a sus primeros cuartos de final juntos (los primeros también para Andrada).
Alguna duda se dejarían por el camino Juan Ignacio De Pascual y Matías del Moral en su eliminatoria ante Joaquín Gaitán y Fabricio Peirón (6-4 y 6-4), pero lograron sobreponerse a ellas a base de talento y de apretar cuando el partido más cuesta arriba estaba, mientras que la dupla que por el momento mantiene el nº1, Maxi Arce y Franco Dal Bianco, sumó su segundo partido sin nervios al vencer por 6-2 y 6-2 a Rodrigo López y Máximo Maldonado.