Padel Spain .- El año pasado fueron la pareja revelación de la temporada… De cara a esta campaña, se esperaba mucho de ellos pero no han terminado de rendir al nivel esperado. Siempre sincero y analítico, Maxi Grabiel habla de los pros y de los contras de una campaña repleta de altibajos.
¿Que valoración haces de vuestro rendimiento hasta el torneo de Granada?
Hasta la prueba de Barcelona fue bueno. Nos clasificamos para cuatro semifinales y jugamos a un nivel muy alto. A partir de aquella prueba sufrimos un bajón que ha durado demasiado. Es de lo que nos estamos intentando recuperar ahora.
¿A qué se debe el cambio de entrenador cuando la temporada entra en la recta final?
Llevábamos bastante tiempo con Máximo Castellote y entre los tres llegamos a la conclusión de que, con esta falta de confianza que nos atenazaba partido tras partido, lo mejor era dejarlo. Fuimos muy sinceros, decidimos analizar nuestra situación de manera pormenorizada y, por eso, decidimos cambiar.
¿Qué es lo que no ha funcionado?
No creo que haya sido nada concreto. El pádel es un juego que depende mucho de la cabeza, del estado de fortaleza psicológica. Si pierdes la confianza por unos resultados adversos sucesivos, no es nada sencillo volver a la normalidad.
Como pasa en el fútbol, ¿habéis cambiado de entrenador buscando un revulsivo?
Claro, eso es justo lo que buscamos. Queremos salirnos de la rutina en la que nos hemos instalado y, para ello, debemos buscar cosas nuevas que te ayuden a experimentar esas sensaciones necesarias para recuperar la confianza. Tenemos que estar al cien por cien en los momentos decisivos en los que se deciden los partidos.
¿Cómo llega Carlos Pozzoni a vuestro banquillo?
Conocemos a Pozzoni desde hace muchos años. Es amigo tanto de Miguel Lamperti como mío. Miguel ya se había entrenado con él durante la época en la que jugó con Cristian Gutiérrez. Me habló fenomenal de sus métodos de trabajo y, sobre todo, de su comportamiento desde el banquillo, donde se encarga de dirigir toda la parte táctica en los encuentros. Lamperti lo planteo y a mí me pareció una buena idea.
Cuéntanos algo de Pozzoni.
Le conozco desde mi época de menores en Argentina. Él jugaba extraordinariamente y era uno de los jugadores a seguir. Tras retirarse de la competición, se vino a España como entrenador, siendo sus clases de las más cotizadas. En la actualidad, trabaja en el Pozuelo Pádel Club. Creo que tiene muchas cosas que aportar a nuestra trayectoria y estoy seguro de que vamos a firmar grandes resultados a su lado.
¿Cómo ha cambiado vuestra forma de entrenar?
Estamos trabajando de forma sistemática en mejorar nuestro ataque y, a la vez, fortalecer la defensa. Todo nuestro empeño actual va dirigido a mejorar la confianza en nuestro juego colectivo.
¿Cómo habéis trasladado las nuevas rutinas a la competición?
El cambio fundamental que hemos notado ha sido que volvemos a confiar en el trabajo del compañero. Se podría decir que las estrategias que seguimos ahora son casi las mismas que acometíamos con Máximo. Miguel y yo hemos llegado a la conclusión de que no hacíamos caso a las directrices que nos marcaba Castellote. Lo que sí estamos trabajando más es que Miguel abarque más pelotas en la volea cuando estamos atacando, que cierre un poco el centro de pista desde el revés para ayudarme.
¿Qué planteamiento tenéis hasta fin de temporada?
Los objetivos siguen siendo los mismos que al principio… Lo que queremos es meternos en una final antes de que acabe la primera temporada del World Pádel Tour. En el torneo de Granada jugamos bien, quedamos satisfechos. Esa tiene que ser la línea a seguir.
¿Seguirás la próxima temporada al lado de Miguel Lamperti?
La idea que tenemos es seguir juntos. De todas formas depende de los resultados. Si nos va excesivamente mal, si hay una hecatombe en nuestro juego, nos lo tendríamos que replantear. Pero creo que seguiremos mejorando el uno al lado del otro.
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