En busca de la unidad en el pádel… Un ambicioso reto

Padel Spain .- La Sala de Reuniones del Club Internacional de Tenis se convirtieron en la sede de un encuentro en el que casi 40 personas se dieron cita para no quedarse fuera de un acto que podría marcar un antes y un después en la historia de este deporte.

Daniel Patti, presidente de la Federación Internacional, inició la jornada agradeciendo la colaboración de PadelSpain y, a continuación, realizó un repaso a la evolución que había sufrido el pádel en las últimas cuatro décadas: «En el primer Mundial, en 1992, participaron 8 países. Hoy, más de 40 años después, la FIP la constituyen 21 países. No puede ser que se haya crecido tan poco en este período de tiempo. Debemos tener una mayor visión internacional y, por eso, hemos decidido organizar esta mesa de trabajo, para que dialoguemos, aportemos ideas y hagamos algo juntos».

No se trató de un evento para buscar patrocinios, no se trató de una reunión para buscar nuevas vías de financiación… Lo que se pretendía era: «Establecer una colaboración efectiva entre todas las partes involucradas. Nuestro deseo es promover un Consorcio de la Industria del Pádel, que nos haga ser más fuertes. No creo que tengamos que poner límites al futuro de nuestro deporte porque aún podemos crecer muchísimo si vamos todos de la mano».

Dicho Consorcio «respondería a los requisitos de calidad que definan sus miembros. Se establecerían los requisitos de certificación para que los productos sean homologados. A su vez, se tendría una lista de empresas de confianza y garantías con las que poder dar respuesta a todas las preguntas y cuestiones que surgen alrededor del mundo del pádel. No puede ser que hoy en día me pregunten por una empresa para construir pistas y que no sepa qué contestar».

Otros de los objetivos de la Asociación «sería el de ofrecer herramientas de negocio para las empresas del sector que estén dentro del Consorcio. Se limitaría la capacidad de acción de quien quisiese hacer las cosas por su cuenta ya que se otorgaría un sello especial, que sería la señal de calidad propia de la FIP. No habría secretos. Se ofrecerían continuos informes sobre el crecimiento del pádel por regiones, por países… En definitiva, podría servir de incentivo para acciones internacionales de marketing, para decidir qué mercados pueden ser interesantes,…».

¿Y quienes formarían parte de este grupo? Empresas de gestión, empresas de softwarte para clubes y similares, empresas del sector (fabricantes de artículos deportivos, bolas, palas, pistas, textil, calzado,…) así como empresas alternativas, como puede ser el caso de tiendas que venden artículos de pádel.

En sus declaraciones Daniel Patti aseveró: «Estamos ante un momento histórico. Estamos ante una oportunidad única, y no sólo en el mercado español. La FIP no tiene la intención de regular el mercado. Lo que pretendemos es que vayamos unidos, que estemos juntos y podamos hacer más fuerza. No tengo ninguna duda. La relación coste-beneficio sería muy positiva tanto para la Federación Internacional como para el resto de miembros del Consorcio».

Emplazados para una nueva reunión, en este encuentro podrían haberse puesto las bases para el inicio de un proyecto que quede para siempre, que establezca un legado para el futuro, que supere mandatos y que marque las bases de un porvenir mejor… ¡¡Está en marcha un atractivo y apasionante desafío!!