Padel Spain .- «El torneo lo afrontaba con mucha ilusión, tanto por lo que supone el propio campeonato en sí como por el hecho de volver a jugar con Ernesto Moreno, el que fue mi compañero en el PPT Valencia y con el que alcancé mis primeros octavos de final. Arrancamos la cita midiendo nuestras fuerzas contra Jaime Menéndez y Teo Zapata, unos chicos a los que venía viendo jugar y lo estaban haciendo muy bien. En nuestro duelo empezaron bastante nerviosos y pudimos ganar el primer set por 6-1 y en el segundo, aunque lo hicieron mucho mejor, nos impusimos por 6-2.
Ya en la jornada del sábado nos enfrentamos a la que, para mí, eran una de las parejas más duras del torneo: los asturianos Jorge Díaz y Guille Santos. Son dos cracks tanto fuera como dentro de la pista. El primer parcial tuvimos un montón de bolas de breaks que no pudimos aprovechar hasta que en el 6-5 rompimos su servicio para llevernos la primera manga. En la segunda, todo cambió a partir del tercer juego. Ellos ganaron sus saques con facilidad y al resto tuvieron un montón de opciones de romper, hasta que lo lograron y nivelaron la contienda (4-6). En el tercer set, empezamos a dudar un poco, cosa que ellos aprovecharon para hacernos un break y mantenerlo hasta el 4-3 y saque para ellos. Este octavo juego fue clave. Dispusieron de dos bolas para consolidar pero no lo supieron aprovechar. Nosotros si tuvimos la ‘suerte’ de aprovecharlas y recuperar el break cuando mejor estaban jugando. A partir de ese momento, se fueron del partido y nos permitieron encadenar tres juegos consecutivos que nos sirvieron para lograr el 6-4 definitivo. Habíamos sufrido mucho, sabíamos que iba a ser un partido dificilísimo pero lo sacamos adelante y, por fin, nos plantamos en semifinales.
El choque de por la tarde empezó a las 17:00. En él nos medimos a Fran Ramírez y Estanislao diez. El resultado final fue de 6-3 y 6-4 para nosotros pero, desde luego, el resultado no hizo justicia a la dureza del compromiso puesto que hubo más de 6 breaks y, por tanto, oportunidades para ambas parejas. Después de dos días y tres partidos duros, estábamos en la gran final del campeonato. Ernesto y yo estábamos súper felices, con muchas ganas de hacerlo bien en la final contra Álvaro Cepero y Lopa, pues sabíamos que teníamos algunas opciones… ¡¡Y por eso teníamos que pelearlas a muerte!!
Tengo que decir que la noche del sábado al domingo fue un infierno. Dormí fatal, me levanté un montón de veces y, aunque no suele ser muy normal, estaba bastante nervioso. El domingo, el club estaba espectacular. Había mucha gente viendo las finales, incluido mis padres. Una vez comenzó el encuentro, las sensaciones fueron buenas. Tanto Ernesto como yo nos encontrábamos, dentro de lo que cabe, cómodos en la pista y con la estrategia bastante clara. Por suerte pudimos mantenernos en la idea de partido que nos habíamos planteado y logramos sacar adelante el primer parcial por 6-4. La segunda manga iba a ser clave, puesto que sí ellos se ponían por delante, jugarían muy sueltos y serían imparables. El segundo set comenzó como terminó el primero. Rompimos y pudimos mantener el servicio hasta el final y, por tanto, nos llevamos la segunda manga y el campeonato por 6-3. Fue un sueño cumplido, una actuación vibrante y espectacular junto a mi amigo y gran compañero Ernesto Moreno.
Nada más terminar el choque, vinieron mis padres a felicitarme. Nunca los había visto así de contentos y ese fue quizá uno de las mejores momentos del fin de semana. Llamé a mi entrenador Federico Bitan que, aunque no pudo venir, estaba de los nervios. Esa llamada fue increíble porque me transmitió el valor de este torneo y me hizo emocionarme más si cabe.
He de decir que con este torneo he cumplido un sueño porque hace 5 años veía a los jugadores que han jugado este torneo y, sinceramente, pensaba que sería imposible llegar a su nivel. Con este resultado he comprobado que quizá con esfuerzo y ganas las cosas llegan y se recogen los frutos.
Muchas gracias a todo
Raúl Marcos Durán».
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