Tras un día lluvioso en Buenos Aires, brilló el Sol para anunciar el acontecimiento deportivo más esperado, para dar paso a cuatro grandes figuras del pádel que regalaron a la grada, y ya a la historia, un partido sublime. En un marco espectacular, La Rural se abrió al fenómeno del deporte de la pala disfrutando de un nuevo triunfo de dos incontestables líderes.
Fernando Belasteguín y Pablo Lima posaban junto a Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez minutos antes de la final en un bello homenaje a varias de las históricas palas argentinas. Serios, mentalizados, sabedores del duelo a cara de perro que les esperaba, su cara lo decía todo.
Tras esto, tres sets de lucha, garra, entrega, de cuatro jugadores llevados al límite para recibir unos más que merecidos aplausos. Ganaron los de siempre, los números uno (3-6, 7-6 y 3-6), pero nadie puede discutir a ninguno, pues ofrecieron lo mejor que tenían.
Con dos horas de retraso por la lluvia, arrancaba la final del Buenos Aires Padel Master con un toma y daca constante y con Paquito y Sanyo como suelen, esforzándose por no perder demasiado en el inicio (3-1 abajo) tras ceder nada más comenzar su saque. Así, remando a la contra siempre, concluyeron el primer set incapaces de plantar más cara a los ‘Depredadores’, quienes parecían tener todo controlado.
Sin embargo, a la vuelta del banco, todo cambió, y las revoluciones subieron. El pádel ofensivo de la dupla hispanoargentina comenzó a aflorar y todo estuvo más igualado, haciendo que Bela y Lima tuvieran que exprimirse y no relajarse en ninguna bola. Así, con todo parejo, se llegó al tie break, donde estuvieron más efectivos los números 2 del ranking, quienes se lo llevaron por 8-6.
En el último y definitivo, Bela y Lima mantuvieron el nivel, no así Paquito y Sanyo, quienes volvieron a recibir un tempranero break que fue una losa durante todo lo que quedó de parcial. La diferencia se mantuvo y Bela ya miraba con ganas los trofeos, pues sus ganas de vencer delante de su familia podían más que cualquier cosa y así, tras un remate de Paquito que consiguió alcanzar para sacarla por 4 de un gran derechazo, llegaba el éxtasis, tirándose al suelo para celebrar, mezcla de rabia, alegría y euforia, un nuevo título.
La grada vibró con el pádel y en Buenos Aires se ha podido comprobar la gran acogida y respeto que hay por este deporte. Tras dos torneos consecutivos, el circuito World Padel Tour se toma un ligero descanso para que los jugadores afronten el Mundial en Cascais, Portugal, antes de encarar las últimas dos pruebas, el Open de Euskadi y el Masters Finals de Madrid.
Fotos: Jorge Anaini
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