Hace tiempo que no escribo unas líneas en este espacio que los amigos de PadelSpain me ofrecen, pero creo que esta ocasión lo merece, y es que 15 años al frente de un ranking mundial no se cumplen todos los días.
Sí, hablo de Fernando Belasteguín, al que deseo realizarle este humilde homenaje, porque tres lustros son muchos o pocos, dependiendo de a lo que hagamos referencia, y en su caso es más que una proeza.
Desde que, precisamente con 15 años debutara en el circuito profesional ha ido, temporada a temporada escribiendo una leyenda al alcance de pocos deportistas. Mucho se habla de grandes nombres como Michael Jordan, Mark Spitz, Ayrton Senna, Michael Schumacher, Giacomo Agostini, Roger Federer, Usain Bolt u otros que marcaron un antes y un después como Maradona, Carl Lewis, Babe Ruth o, dentro del mismo pádel, los Gattiker o Lasaigues, pero Bela es Bela.
Desde que tengo uso de razón le he visto deleitando al público entre cuatro paredes, ascendiendo cada vez más en el ranking, superando a cuantos rivales se ponían a su paso, y agrandando una leyenda que ya nadie podrá borrar. Quince años de número uno, quince años de reinado, primero con Juan Martín Díaz y ahora con Pablo Lima.
Los números lo dicen todo, más de 240 finales jugadas, más de 205 torneos conquistados (en su casa las vitrinas deben tener muy buenos refuerzos para aguantar tanto peso), más de un año y medio invicto en 22 torneos consecutivos, cuatro títulos de Campeón del Mundo por Selecciones….pero no quiero quedarme en los números, sino en las sensaciones.
Y es que como él mismo ha dicho en más de una ocasión, no es de los más talentosos del circuito, no destaca por su técnica o estilismo en la pista, pero sí hay algo en lo que es mejor que ninguno, y eso es opinión personal, es en su entrega, su compromiso, su constancia, sus ganas de mejorar día a día. Quienes le hemos podido ver entrenar, es todo un show, se esfuerza cada día disfrutando de lo que más le gusta, pero con la victoria como único objetivo.
Bela es un ganador nato, una persona de esas que llevan el gen batallador muy dentro y que, como ha admitido «hace lo que más le gusta y puede vivir de ello, algo que es complicado». El de Pehuajó ha visto crecer el pádel, él ha sido uno de los artífices de ello, uno de los que han engrandecido el deporte de la pala y por ello le tenemos que estar más que agradecidos.
Nadie duda de su profesionalidad, de su entrega y en su firma, HEAD, saben que están ante un jugador único, que no destaca en ninguna faceta en concreto, sino en todas, uno que se autopenaliza cada error y repite el gesto hasta estar conforme, que no es muy amigo de las entrevistas pero sí de sus fans, que tiene en su mujer e hijos y en su familia de Argentina su gran baluarte y, sobre todo, alguien que va de cara y que cuenta con el reconocimiento de todo el circuito.
Porque Bela es historia viva de este deporte, alguien que, una vez que se retire (espero que dentro de muchos años), mantendrá su aura y su llama para siempre. Ahora mismo no imaginamos el pádel sin Bela, porque Bela es el pádel, y el pádel es Bela.
Desde este espacio que me cedcen, un humilde admirador ha querido brindarte este pequeño homenaje. Gracias por elegir este deporte y por hacerme disfrutar desde hace tantos años. Grande Bela!
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