Era su torneo, porque aunque uno argentino y el otro brasileño, ambos jugaban ‘en casa’, el lugar donde viven y en el que seguro más de una ocasión han jugado (además del hecho de que Bela es socio del club), así que la cita del Estrella Damm Barcelona Master – Trofeo Adeslas que se ha disputado en el Real Club de Polo de Barcelona era de obligada victoria.
Y así lo hicieron, Fernando Belasteguín y Pablo Lima se impusieron en una final más, con varias márchas por encima de sus rivales, Juan Martín Díaz y Cristian Gutiérrez (2-6 y 3-6), quienes parecieron haberse dejado toda la magia del día anterior en el vestuario, y sucumbieron paulatinamente, a pesar de haber comenzado con un prometedor 2-0.
Con la lluvia como protagonista, al igual que en jornadas previas, y con algo de morbo en la pista al ver de nuevo frente a frente a Juan Martín y a Bela, el choque comenzó con mejor pinta para el galleguito y el de Siux, quienes se pusieron, como ya hemos mencionado, 2-0 arriba, pero entonces aparecieron.
La dupla ‘BeLima’ surgió y comenzó a depurar su juego, mostrándose acertados, incisivos, determinantes y las luces se apagaron parar sus rivales. Del 2-0 pasamos al 2-6 y luego al 0-4, con un Juan Martín que apenas recibía bolas, todo lo contrario que su compañero, que se desfondaba en defensa tapando agujeros y llegando a todo, hasta que le aguantó el físico, que fue bastante.
Los ‘Depredadores’ pusieron un muro delante suyo y evitaron que el de Drop Shot entrara en juego a toda costa, castigando a su compañero y logrando ir aumentando sus distancias en el marcador. De nuevo volvieron a sacar ese juego de cero lucidez para la galería pero de máximo provecho para la estadística, provocando 14 errores no forzados a Juan y Cristian solo en el primer set.
En el segundo, aunque se esperaba algo de reacción, las luces siguieron fundidas y Bela y Lima no pararon en su empeño de demostrar que cada golpe era mejor que el anterior y que nada ni nadie podía pararles. Y así siguieron, escalando en el luminoso hasta el 3-6 definitivo, que cerró la sangría de puntos de los dos argentinos y provocó que, de nuevo, los números 1 reinasen, y esta vez en casa, en su segunda tierra.
Un título más para Fernando y Pablo, una nueva demostración de poderío y un nuevo aviso para navegantes: las derrotas fueron un espejismo, un simple fallo, puesto que han vuelto para quedarse.
Fotos: World Padel Tour
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