Si contrapuestas fueron las semifinales masculinas de Bruselas, las de las chicas les fueron a la zaga e incluso les ganaron, porque la pareja nº2 tuvo que sufrir, combatir y correr durante casi tres horas, un desgaste totalmente opuesto al baile y al show ofrecido en semifinales.
Delfi Brea y Gemma Triay cambiaron las zapatillas de pádel por las de running, decidiendo convertir en maratón su partido de semifinales. Se medían a sus ex, Claudia Fernández y Bea González y las cuatro demostraron que se conocían y que podían atacar los puntos débiles de las rivales.

Eso sí, el comienzo de Gemma y Delfi fue fantástico, arrasando y cogiendo velocidad desde la primera pelota, rompiendo todos los intentos de Bea y Claudia de respuesta para cumular más y más ventaja hasta firmar un 6-2 en apenas 30 minutos.
A las niñas les costó entrar en el partido pero cuando lo hicieron, fue música de orquesta. Obligadas a reaccionar y aunque volvían a recibir un break nada más comenzar el segundo, empezaban a ser molestas, a crear problemas, y pasado el ecuador, se convirtieron en dueñas del duelo. Recuperaron la desventaja que tenían y en el décimo dieron la estocada del empate (4-6).
Duelo de dinámicas en el tercero con unas buscando recuperar el mando y las otras queriendo mantenerlo; constantes idas y venidas y puntos y juegos para las cuatro, problemas físicos incluidos (para la argentina Delfi Brea en la mitad del set). Sacando fuerzas de flaqueza y tirando de orgullo, la albiceleste y su compañera conseguían, no se sabe cómo, echarse el partido a las espaldas para olvidar sus dolencias y convertirlas en fortalezas, sacando adelante el set tras esquivar la bala del tie break (6-2, 4-6 y 7-5).
Esta victoria supone la número 22 para esta pareja, logrando así la presencia en su sexta final consecutiva. ¿Mantendrán la racha o la verán cortada por una necesaria reacción de Ari y Paula?

Por su parte, Ari Sánchez y Paula Josemaría bailaron y disfrutaron en la central belga, dejando a Vero Virseda y Alejandra Salazar sin opciones en un partido en el que las estadísticas estuvieron siempre de su parte.
Más winners, menos errores no forzados y, sobre todo, un día de dulce de esos en los que cuando cogen velocidad de crucero y les entra la pelotita, pocas cosas se pueden hacer.
Las nº1 salieron a por todas y lo demostraron con un choque en el que Vero y Alejandra se vieron muy exigidas en defensa, incapaces de devolver los golpes y acumulando un break tras otro hasta firmar un 6-3 y 6-3 en contra.