Hay ocasiones en que el deporte, y muy especialmente el pádel, son rachas, momentos de concatenación de sucesos, simple fluidez en la pista o creérselo cuando todo parece que está en contra. En el caso de estas semifinales, se juntó todo eso a favor de unos y en contra de otros.
Parece que el hecho de ir a Cancún, para Juan Lebrón y Franco Stupaczuk ha supuesto, además del título, la capacidad de unir más a la pareja y conseguir que su juego evolucione y suba varios niveles. Unos niveles con los que han conseguido, ahora en Miami, cortar una racha impresionante.

Se medían a Arturo Coello y a Agustín Tapia, dupla prácticamente imbatible, devoradora de títulos y con una estadística de 16 presencias consecutivas en las finales (desde el pasado P2 de Sevilla hace ahora casi un año), pero todo camino tiene su fin. Los culpables lo lograban exprimiendo su mejor pádel en la pista a través de un doble 4-6 que comenzó ya de manera más que positiva para ellos.
Break nada más comenzar para poner ligera ventaja (0-2) y mandar un aviso tras dos juegos en los que la calidad de los tiros fue sublime. Se recuperarían del zarpazo Agus y Arturo (2-2) y el partido entraba en una dinámica en la que la calidad era inconmensurable, ya fuera con bajadas de pared, dejadas, chiquitas, choque de voleas…todo valía y todo era maravilloso para el espectador.
En el noveno juego llegaría una nueva ruptura para Franco y Juan, consiguiendo ahora sí que no hubiera respuesta y provocando el primer 4-6 del duelo, y eso que con 4-5 tuvieron un 15-40 al resto los nº1 para empatar otra vez la contienda.

Entró en escena el segundo parcial y aquí se notó el agujero que tenían los ‘Golden Boys’. Tapia no estaba todo lo fino que suele debido a los problemas físicos en su mano derecha que, a pesar de permitirle jugar, no le daban las garantías suficientes para que su magia apareciese. Eso ponía en órbita a los chicos de Carlos Pozzoni con dos breaks (1-3) pero ya se sabe que ante Coello y Tapia si no cierras el partido cuando tienes opción, todo se te puede complicar. Y así ocurrió.
Tras pasar el ecuador, fueron capaces de reducir a cero las diferencias (4-4) más picando piedra que por pura inercia hasta que los hechos y la entrega acabaron por dar la razón al gaditano y al argentino. Otra vez en el noveno juego llegaría un break para ellos y en el décimo, con Stupa al servicio, un globo a la espalda de Tapia hizo que este se preparara para bajarla de pared, cruzando la pelota al lado del chaqueño, pero la bola se quedaba en la red. Juego, set y partido y los nº1 que hincan la rodilla antes de una final tras mucho tiempo sin hacerlo.

Y si en este partido hubo tensión y cada pelota se jugaba con precisión milimétrica, no lo fue menos en el otro. Allí se citaron Miguel Yanguas y ‘Coki’ Nieto ante Ale Galán y Fede Chingotto. Batalla técnica y táctica de principio a fin, también sin descanso y tirándose de todo en cada pelota.
Golpeó primero la pareja nº2 (6-2) sin excesivas complicaciones pero a partir de ese momento la pelea subió decibelios y el partido se envalentonó. De un golpeo monopolizado por una única pareja se pasó a una lluvia de golpes que todos aceptaron y en la que todos intervinieron.
Yanguas y Nieto no le perdieron la cara al segundo parcial y reaccionaron, cambiando por completo la dinámica. Así, fueron capaces de igualar fuerzas y llevar la conclusión de ese set más allá; lo ganaron con un break (4-6) para desafiar las fortalezas de Ale y Fede y obligarles a seguir trabajando en la pista.

Y en el tercero, tocó hacer horas extra. La intensidad de los golpes no decayó y si unos lograban un punto, los otros les contestaban acto seguido. Los cuatro sumaban, atacaban y defendían y así el set no encontró pareja que se hiciera con el control hasta que llegó el jefe final: el tie break. Allí, el control de Chingotto y el hambre de Galán fueron capaces de marcar ligeramente las diferencias ante una pareja que lo había hecho todo y todo bien, pero que en el momento de la verdad, pecó de mala suerte y desacierto, acabando por quedarse a las puertas de llegar al domingo (6-2, 4-6 y 7-6).
Con esto, al final de Miami enfrentará, por vez primera en una batalla por el título, a Lebrón y Galán. Un duelo (con bastante morbo) por todo lo alto que tendrá lugar no antes de las 13:30 horas (hora local – 18:30 hora de España).