Era un día en el que se barruntaba lo inevitable. Lo que nadie quería (quizá salvo él mismo) pero que terminó sucediendo, pues en el aire estaba el mismo enfrentamiento que en El Cairo, donde habían vencido sus rivales. Esta vez la situación era diferente y había varias cosas en juego.
Fernando Belasteguín, el mejor deportista de esta disciplina durante tantos y tantos años, se medía junto a Tino Libaak a Javi Garrido y Lucas Bergamini en los octavos de final de Milán. En juego estaba su posible retirada si perdía y el acceso al Master Final para Bergamini si ganaba.
Todo lo que ocurrió en el partido no tuvo quizá la importancia de lo que ocurrió después, porque cuando Bela falló el último golpe enviándolo a la red, lo que significó el 6-3 y 6-4 definitivo, la maquinaria se encendió.
Los aplausos emergieron a una en el pabellón italiano acompañados de un único canto: «¡Bela, Bela, Bela…!». El público le despedía en pie, como él merece, sus compañeros y rivales igual, y las lágrimas afloraron. Dentro de pista un emocionado Javi Garrido, quien después admitía que su sueño desde pequeño había sido ser como Bela, rompía a llorar y se abrazaba al argentino, y fuera se sumaban al reconocimiento nombres como Agustín Tapia, Miguel Yanguas o Arturo Coello, todos pupilos suyos.
Y el veterano de Pehuajó ya no pudo contenerse más, pegado al cristal, con su familia al otro lado, en la grada, abría los brazos, agradecía el apoyo y se unía a la emoción que reinaba en el pabellón. El niño que soñó con ser parte de este deporte, con llegar a lo más alto, colgaba la pala con 45 años y una carrera impensable a sus espaldas, inalcanzable para casi todos. Bela es pádel y el pádel es Bela. Gracias por tanto.
Obviamente, el resto de partidos quedaron en un segundo plano pero no por ello hay que dejar de citarlos.
‘Coki’ Nieto y Jon Sanz realizaron una gran puesta en escena para superar el juego de los ‘Bombarderos’ Álex Chozas y Leo Augsburger (6-3 y 6-4), mientras que Franco Stupaczuk y Miguel Yanguas vencieron a Jairo Bautista y Fran Guerrero de manera mucho más amplia (6-1 y 6-3).
Más sufrieron Ale Galán y Fede Chingotto que, en un ejercicio de resistencia y fuerza se impusieron a Pol Hernández y Ramiro Valenzuela, dos jugadores que llegando desde la previa realizaron uno de sus mejores partidos del año y exigieron al máximo a la pareja número 2 (7-6 y 7-5).
Martín Di Nenno y Juan Lebrón se llevaron su partido frente a Juan Tello e Íñigo Jofre por 6-3 y 6-2 y ‘Momo’ González y Edu Alonso vencieron sin obstáculos a Álex Ruiz y Álex Arroyo (6-2 y 6-4).
Por su parte, Paquito Navarro y Pablo Cardona se llevaron una victoria muy importante ante José Antonio García Diestro y ‘Sanyo’ Gutiérrez (6-2 y 6-4), lo que significaba el acceso al Master Final también para Cardona. Deberes hechos de la pareja nº5 con el correspondiente esfuerzo de Paquito tras su pérdida familiar.
Para terminar, los nº1, Arturo Coello y Agustín Tapia accedieron a cuartos gracias a un 6-2 y 7-6 sobre Maxi Sánchez y ‘Lucho’ Capra.