Todos intentan «meterles mano», derrotarles o, al menos, hacerles sangrar, pero muy pocos o casi nadie lo consigue, ni siquiera sus grandes rivales esta temporada al menos en lo que a los últimos tiempos se refiere.
Desde el verano, Agustín Tapia y Arturo Coello están intratables, inconmensurables, inamovibles en su senda del éxito domingo tras domingo y todos les miran con envidia y deseos de arrebatarles esa supremacía pero son ahora mismo inalcanzables. Ni siquiera Ale Galán y Fede Chingotto, con todas sus armas dispuestas, han podido con ellos desde entonces, acumulando seis derrotas seguidas en el cara a cara en los últimos seis torneos.
Se medían los cuatro delante de la mirada de algo más de 5000 personas y el duelo, aunque corto, dejó momentos de gran belleza y disputa. Apenas una hora y 10 minutos duró el choque de palas, una hora en la que Tapia y Coello sobrevolaron sin miramientos, venciendo en el juego aéreo, desde el fondo de pista y pegados a la red. Toda la efectividad era suya.
En el primer acto, una vez que llegaron al quinto set, aceleraron, rompieron y se fueron directos a por el parcial, consiguiéndolo con un 6-4 que les ponía en ebulición y creaba problemas a Ale y Fede.
Salieron al segundo y más de lo mismo; primeros minutos de tanteo, golpes y malas intenciones a uno y otro lado y en el quinto, de nuevo, rotura para los nº1 unida a problemas en la rodilla para el madrileño, que se vio mermado en uno de los aspectos en los que más sobresale, el físico. Eso impidió que pudiese seguir al 100% luchando de tú a tú y que por el contrario, Agus y Arturo se fuesen todavía más directos a por su sexto título, algo que consiguieron en el noveno juego (6-4 y 6-3).
Con esta de Dubái han sumado la friolera de 30 victorias consecutivas y se ponen en el camino de las estadísticas de otras grandes duplas como las de Ale Galán y Juan Lebrón, Pablo Lima y Fernando Belasteguín o, ya mucho más lejos, el propio Bela y Juan Martín Díaz. ¿Seguirán con este expediente impoluto hasta final de temporada?