Final inesperada, fuera de todo pronóstico, como mencionábamos en la previa. Dos parejas que nunca se habían subido juntas a una pelea por un título pero que por calidad bien podrían haberlo hecho antes. Dos recorridos diferentes y dos objetivos también diferentes.
A un lado de la red afilaban sus dientes Bea González y Delfi Brea, pareja de pasado brillante que volvía a jugar junta tras la lesión de la andaluza y que en un abrir y cerrar de ojos han recuperado las sensaciones y fiabilidad del inicio de temporada y que vuelven a presentar candidatura al nº2. Al otro, Alejandra Alonso y Andrea Ustero, de calidad sobrada y probada, intermitencia y juventud, pero que en Dubái se han mostrado más efectivas que nunca y que por el camino han sido capaces de dejar a duplas de gran calado.
Duelo, por tanto, de sensaciones, de un empuje moral enorme para lo que se viene hasta final de temporada; un choque quizá no muy igualado a priori si nos atenemos al ranking y que en la pista quedó más desnivelado todavía, bien por nervios, bien por falta de fuerzas, o de ideas.
El caso es que Bea y Delfi reinaron casi sin oposición en el torneo, llevándose primero un set inicial que hasta el 1-1 mantuvo el tipo y la igualdad pero que a partir de entonces se transformó en un ir y venir de roturas, breaks y contrabreaks. De ese 1-1 se llegó al 3-1 con break, contrabreak (3-2) y otro más para el 4-2, poniendo ya la andaluza y la argentina la directa, sin dejar que anotaran sus oponentes un juego más (6-2).
Los nervios, las alturas de competición, se notaban en el banquillo de las chicas de Pablo Aymá, quien les pedía tranquilidad, sosiego y focus en el juego, pero era imposible. Su mente no estaba en el 20×10 y aunque lo siguieron intentando, acabaron sucumbiendo al hambre de las terceras cabezas de serie, que quieren recuperar su puesto de plata más pronto que tarde.
Brea y González siguieron con su rendimiento de sobresaliente y en cuanto pudieron volvieron a dejarlas tiradas en el ascenso, volviendo a ponerle varias marchas más al partido y anotándose el 6-2 y 6-3 definitivo.
Primer P1 de la temporada para ellas, quinto título del año (a pesar del parón que han tenido) y una vuelta soñada. Llegar y besar el santo.