Finales y comienzos apretados. Así se puede resumir la jornada de las chicas en Rotterdam, donde han peleado por la mañana para superar el último escalón de las previas con marcadores sin dominio claro de una de las parejas y donde, posteriormente por la tarde, han repetido la fórmula.
Se han jugado pocos partidos de esta ronda de 1/16, pero dos de ellos especialmente han tenido dosis alta de entrega y trabajo en pista.
En lo que respecta en primer lugar a la ronda de previas, destacar que los cuatro encuentros disputados y que daban el pase al cuadro final tuvieron, como mínimo, un set de emoción. No fue fácil avanzar de ronda si bien también hubo diferencias significativas en el rendimiento de las parejas, con excesiva distancia en sus registros.
Esto lo demuestra, por ejemplo, el 6-1 y 7-5 conseguido por Lara Arruabarrena y Julia Polo ante Lucía Peralta y Ana Varo, o el 6-0 y 6-4 que utilizaron las italianas Emily Stellato y Giulia Sussarello para pasar de ronda ante Mónica Gómez y Manuela Schuck.
Los otros dos partidos se nos fueron algo más largos, a tres sets, con mención especial para las más de 2:40 horas que estuvieron en pista Carmen Castillón y Patrícia Ribeiro peleando hasta conseguir vencer la resistencia de Alicia Blanco y Carla Castillo (7-6, 2-6 y 6-1). También en tres mangas pero rozando las dos horas de juego se enfrentaron Nuria Vivancos y Xènia Clascà ante Raquel Eugenio y Martina Fassio (6-4, 3-6 y 6-1).
El cuadro final, por su parte, nos dejaba también dos duelos destacados primero por nombres y después por los marcadores, pues mostraron bastante pelea.
El primero de ellos tenía como protagonistas a Andrea Ustero y a su compañera de circunstancias, Martina Calvo, quien no acusó la presión y acompañó de manera soberbia a Ustero para derrotar a una pareja nada fácil como es Marta Marrero y Bárbara Las Heras.
Dos horas necesitaron para escribir su nombre en la ronda de octavos gracias a un doble 6-4 construido con ataques constantes desde el resto y aprovechando algo más de claridad de ideas en la fase final de cada parcial.
Por otro lado, el duelo de la juventud y las alternativas se lo llevaron Bea Caldera y Lorena Rufo con un 6-3 y 6-4 sobre el binomio Noa Cánovas – Jimena Velasco; dos breaks, uno en cada parcial, fueron los que dictaron sentencia y los que favorecieron que Caldera y Rufo se pusieran por delante para ya no desaprovechar la ventaja conseguida.
Además, Marina Guinart y Victoria Iglesias derrotaron a Marcella Koek y Stephanie Weterings por 6-1 y 6-3, y Giorgia Marchetti y Lèa Godallier calcaron el marcador (6-1 y 6-3) sobre las españolas Marta Borrero y María Portillo.
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