Aunque se presagiaba un inicio complicado en el cuadro femenino del Comunidad de Madrid P1, la realidad acabó por superar las expectativas y para demostrarlo, no hay más que mirar a los marcadores.
De los ocho encuentros disputados, cinco se fueron a los tres sets (tres de ellos con tie break incluido) y la duda de quién iba a ganar se mantuvo hasta casi los últimos puntos.
Solo se salvaron de la quema, por pegada y autoridad, Gemma Triay y Claudia Fernández, dejando sin alegría el regreso de Cata Tenorio a la competición, esta vez junto a Lorena Alonso, a quienes endosaron un doble 6-0, así como Giorgia Marchetti y Léa Godallier, autoras de un amplio 6-3 y 6-2 sobre Marina Guinart y Victoria Iglesias.
Día propicio también para el regreso a la acción de Bea González y Delfi Brea, una sesión que les valió para ir cogiendo ritmo, con un 6-1 y 6-2 ante Marta Barrera y Marta Caparrós.
El resto, batalla total.
Se estrenaban Claudia Jensen y Daiara Valenzuela y tras unos compases iniciales de ciertas dudas y algún que otro desajuste ante Mónica Gómez y Manuela Schuck, la pareja argentina suplió su falta de rodaje ante unas rivales llegadas desde las previas con precisión y garra.
La primera manga se decidió tras llegar empatadas al tie break, donde la española y la brasileña fueron netamente mejores y no cometieron tantos errores en la definición (6-7), pero tras regresar a la pista, el paso adelante dado desapareció. Jensen y Valenzuela juntaron filas y mejoraron mucho, siguiendo las consignas tácticas a la perfección, para anotarse un 6-1 y 6-1 con el que darle la vuelta al encuentro.
Muchas complicaciones para Noa Cánovas y Jimena Velasco (esta también tras volver de una lesión) frente a Sofía Saiz y Marina Martínez, en un encuentro muy parejo tanto en el primer set como en el tercero.
Sufrieron mucho Noa y Jimena con su saque desde el inicio, pero a pesar de ello supieron mantener las prestaciones y a base de defensa aguantar el empuje de las oponentes. Así, con las fuerzas igualadas, las cuatro fueron sumando hasta que el segundo break del set para Cánovas y Velasco desequilibró la balanza y les permitió adelantarse (7-5).
Reacción express de Sofía y Marina con un 2-6 que dejaba todo visto para sentencia en el tercero, donde nuevamente estas dispusieron de numerosas oportunidades de break (hasta 8) pero no las convirtieron, por lo que esta vez sí hubo que irse al desempate y allí, Jimena y Noa golpearon con más fuerza (7-5, 2-6 y 7-6).
Dificultades igualmente para Virginia Riera y Carmen Goenaga en un partido en el que estuvieron contra las cuerdas literalmente, frente a la intensidad de Patricia Pérez y la jovencísima Águeda Pérez. Choque de más de 2:30 horas en el que ninguna pareja era capaz de abrir distancias en el marcador y que tuvo como colofón un desempate al que Virginia y Patricia llegaron por los pelos, pues estuvieron con 4-5 y restando para sobrevivir. Lo sacaron adelante con más corazón y piernas que cabeza, aguantando las embestidas constantes de Patricia y de una Alba muy crecida y sin tapujos, pero al final lograron meterse en el tie break y la experiencia de la argentina fue más que destacada. Se movió bien y ayudó a que su compañera también luciera para sacar adelante un partido muy, muy complicado (5-7, 6-4 y 6-7).
Los otros dos encuentros del día también nos permitieron ver tres parciales. Tanto en el de Bárbara Las Heras y Marta Marrero en su debut en Madrid ante Letizia Manquillo y Arantxa Soriano, como en el de Alejandra Alonso y Andrea Ustero ante Patty Llaguno y Lucía Sainz. Complicados y largos de duración ambos.
En el primero, Las Heras y Marrero salieron en tromba a escribir una victoria rápida y aunque su parte la hicieron a la perfección (6-2), no contaron con la resurrección de Manquillo y Soriano, quienes aprovecharon su mayor rodaje en el torneo (llegaban desde previas) para recuperar lo perdido en el segundo y alargar el encuentro (3-6).
En el tercero, la cosa se complicó, pues ninguna dupla era capaz de vivir tranquila con su saque (hasta 11 opciones de break) hasta que Bárbara y Marta tiraron de veteranía para obtener una rotura esencial (6-4).
Después veríamos a la juventud contra la experiencia, dos jugadoras que llegaban tras convertirse en campeonas de España de su categoría y dos ex números 1. Un partido de ida y vuelta rápida con dos primeros parciales de cierta locura (6-3 y 1-6) que dieron lugar a un tercero con algo más de control y midiendo más los tiros, pues los errores se pagaban más caros (la prueba está en que en el primer set hubo 10 opciones de rotura, 12 en el segundo y solo 6 en el tercero). De esas seis, Patty y Lucía dispusieron de cinco pero no consiguieron hacer efectiva ninguna y lo acabaron pagando con un 6-4, 1-6 y 6-4 con el que las jóvenes se mantenían con vida en la prueba.
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