No fue, desde luego, su mejor comienzo, pero conforme pasaban los minutos sus piernas empezaron a encontrar sensaciones y ellas fluyeron, se gustaron y deleitaron al público. Pádel de locura, recuperación total y un gran golpe sobre la mesa.
Ari Sánchez y Paula Josemaría notaron de entrada el cansancio acumulado de las semifinales respecto a sus oponentes, Gemma Triay y Claudia Fernández. Un partido más y encima largo, pero las actuales nº1 son más diésel que gasolina, van poco a poco y al menos en la versión que han destilado en Málaga, no se han descompuesto ante un inicio pésimo.
Triay y Fernández querían meterle revoluciones al choque, intensidad para tomar ventaja y castigar el mayor minutaje en pista de las líderes, y vaya si lo hicieron, pues empezaron como dos cohetes, pasando de primera a sexta y obteniendo hasta cinco breaks (anotándose cuatro de ellos) y sobrevolando la central del Martín Carpena ante unas rivales totalmente noqueadas. En poco más de media hora, el primer set era historia (1-6).
Buscando aire e ideas, una reconstrucción total desde los cimientos; la extremeña y la catalana decidieron ir a buscar nuevas armas al banquillo, a cargarlas de pólvora, secarse el sudor y lamerse las heridas para salir nuevamente al combate. Parece ser que tanto ellas como su entrenador eligieron bien dentro del arsenal, porque todo cambió desde entonces.
Su paso adelante fue de gigantes, inconmensurable, para cambiar el escenario por completo. Esta vez eran ellas las que desde el fondo sufrían menos y podían incluso subir a la red, presionaban y, aunque volvían a tener cinco bolas de break en contra, también lograban fabricarse sus opciones (tres) y anotarlas todas, por lo que el choque se igualó hasta que en el tramo final se puso de su lado con la tercera de las roturas (6-4). Punto, juego y set para empezar una nueva película.
Una película cuyo guion se mascaba pero nadie pensaba que fuera a hacerse realidad. El desgaste pasaba ahora a las piernas de Triay y Fernández ante unas revitalizadas Ari y Paula que apretaron dientes ante la cada vez más cercana meta. Dinamita pura para Paula y magia y recursos para Ari, forzando y forzando hasta que la defensa de Gemma y Claudia se hizo añicos.
Las roturas eran de las líderes del ranking y la alegría en el juego también. Recuperación total para acabar bailando, gritando y sonriendo en la pista con un 1-6, 6-4 y 6-2. Séptimo cara a cara entre ambas parejas y Sánchez y Josemaría rompen la paridad con su cuarta victoria ante ellas para sumar el quinto título de 2024 y el número 32 en su cuenta particular, igualando el histórico registro que ostentaban en solitario Mapi y Majo Sánchez Alayeto. Siguen aumentando sus diferencias y han conquistado otro territorio.