Vamos a tener, tras varios torneos esta temporada, una final completamente inédita. El torneo de Chile está siendo noticia por muchas cosas, pero en el aspecto deportivo está sorprendiendo sobremanera; especialmente en lo que a las chicas se refiere.
Cayeron las nº2, Bea González y Delfi Brea, lo han hecho también las nº1 y, además, con bastante amplitud en el segundo set ante unas Gemma Triay y Claudia Fernández que están desatadas en su crecimiento y que, torneo que pasa, torneo que mejoran sus prestaciones. Ahora les llega una nueva final.
Es la oportunidad soñada para ellas, su cuarta final como pareja puede ser su primer título juntas. Se enfrentarán a una dupla que no ha pisado una sola final en esta presente temporada y que, por ende, les hace partir como favoritas.
Las chicas de Rodri Ovide comenzaron la final con un break a su favor (0-2), sin embargo, las números 1 no tardaron ni un solo juego en responder con un contrabreak y posteriormente igualando el marcador (2-2). En el transcurso del primer set no hubo altibajos hasta el noveno juego, cuando Gemma y Claudia se encontraban cómodas al saque, pero desaprovecharon varias oportunidades y Ari y Paula cosecharon un break que las situaba para llevarse la primera manga al servicio (5-4).
Al igual que en el inicio del partido, el contrabreak fue instantáneo, pero con los roles cambiados (5-5). De esta manera, se llegó al tie break y una excelsa Gemma en la pegada junto a una Claudia correosa en defensa se aseguraron el primer set (6-7).
El desenlace de la primera manga fue decisivo en el devenir de la segunda y no tardaron ni un solo juego Triay y Fernández en poner tierra de por medio ante la desesperación de Ari y Paula (0-2). El sexto saque fue un intercambio de golpes brutal entre ambas parejas y aunque estas últimas tiraron con todo, no lograron el quiebre, lo que les dejó muy mal paradas psicológicamente. El factor mental hizo mella y en el séptimo juego, en ese preciso instante, Gemma y Claudia asestaron el golpe definitivo con un nuevo break (2-5). Gemma Triay subió un escalón más su nivel en la pegada y en el »rulo» dando una clase magistral de cómo realizar un cierre de partido (2-6).
La segunda semifinal llevaría el mismo camino o al menos uno muy parecido en lo que a registros se refiere, pues teniendo como protagonistas a las jóvenes Andrea Ustero y Alejandra Alonso contra las veteranas Patty Llaguno y Lucía Sainz, el marcador final fue casi un calco.
Empezarían las cuatro tirando con todo, demostrando unas valentía y las otras sosiego, buscando su momento y alargando al máximo los puntos.
En ese tira y afloja, Lucía y Patty tuvieron hasta cuatro ocasiones de romper el servicio rival, pero únicamente encontrarían premio en dos de ellas, igual que Ustero y Alonso, por lo que llegarían al desempate y ahí, la experiencia fue un grado. Sainz y Llaguno no les dieron opción y demostraron mucho más carácter y acierto, haciéndose con un parcial de 1-7 que fue indicativo de lo que estaba por venir.
Tras hacerse con la primera manga (6-7), en la segunda todo les fue mucho más rodado y abrieron brecha rápidamente en el luminoso. Ustero y Alonso no encontraban la manera de mantenerse a flote, de hacer daño y tampoco de aguantar las acometidas de una Lucía muy acertada en las labores ofensivas y una Patty que daba una clase táctica magistral siempre que podía.
Así, concluirían con un 6-7 y 1-6 para plantarse en su primera final del año.
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