El calor y el espectáculo en la pista fueron los ingredientes principales de las dos semifinales femeninas de este Estrella Damm Valladolid Open – Trofeo Universidad de Valladolid.
Dos partidos de enjundia, con un nivel espectacular y en el amrco incomparable de la Plaza Mayor pucelana, dejaban a dos parejas con el billete a la final: Mapi y Majo Sánchez Alayeto y Alejandra Salazar y Marta Marrero.
Así las cosas, las parejas número uno y dos vovlerán a verse las caras y pelear frente a frente por el título y gracias a ello los espectadores que estén presenten en el aprtido podrán ver cómo el pádel femenino muestra magia, golpes imposibles y mucha entrega.
En lo que respecta a los dos partidos, en el primero de ellos, Mapi y Majo se deshicieron en tres complicados y sufridos sets de las ganadoras del certamen anterior Eli Amatriain y Patty Llaguno (6-2, 6-7 y 6-3). Con la temperatura de la pista subiendo poco a poco, las cuatro jugadoras derrocharon lo mejor de sí mismas en cada uno de sus golpes. Eli se mostró muy sólida en su rincón; Patty, por su parte, tras un primer set en el que se dejaron llevar ante el empuje de las ‘Gemelas Atómicas’, comenzó a mostrar esa muñeca que tanta clase tiene y consiguió contagiar a su compañera para igualar.
Mientras, las número uno de la clasificación empezaron muy fuertes para llevarse un primer set de manera fulgurante pero, en el segundo, bajaron el piston y eso lo aprovecharon sus rivales.
Ya en el tercero, volvieron del banco con su juego habitual de gran pegada y buscando constantemente la red, donde se hicieron fuertes y así, juego a juego, se adjudicaron el tercer parcial tras entregarlo todo y vaciarse por completo.
Carolina Navarro y Cecila Reiter volvieron a dar espectáculo
La segunda semifinal, a tenor de los resultados vistos hasta la fecha, algunos la veían como un monólogo de Alejandra y Marta, pero nada más lejos de la realidad. Carolina Navarro y Cecilia Reiter volvieron a sacar su madera de campeonas, esa garra y empuje que tantos éxitos les ha dado y, esta vez sí, no perdieron con la misma sensación d eimpotencia que otras veces, puesto que lo dieron todo y así se lo agradeció el público.
De hecho, el marcador de 6-1, 2-6 y 7-6 refleja muy claramente cómo se decidió el partido.
El primer set fue un monólogo de la pareja número 2, que tapaba todos los huecos, no se bajaba de la red y puso varias marchas más que sus rivales. Carol y Ceci no encontraban huecos y únicamente podían defender los remates de Marta Marrero como podían; ancladas en el fondo de la pista, las otrora dupla nº1 únicamente podía asistir impasible al despliegue de sus oponentes.
Nada más levantarse del banquillo, el semblante de la granadina y la argentina cambió. Serias, concentradas y con la rabia de no haber podido demostrar todo su pádel, saltaron a la pista decididas a cambiar el guión, y así lo hicieron.
Esta vez fueron ellas las que dieron varios pasos adelante y quienes empujaron a sus rivales hacia el fondo. Ceci sacó a relucir su pegada y esa garra que le caracteriza, al tiempo que Carol ofrecía una clase magistral de pádel que no permitía ni a Ale ni a Marta superar su sólida defensa; por ello, con una clara diferencia, lograron igualar el marcador.
El tercer y último parcial fue el más espectacular. Ninguna de las dos parejas quería perder y por ello la entrega aumentó. Concentradas en el saque, las cuatro jugadoras no daban una bola por perdida y el calor parecía no afectarles. Así, juego a juego, llegaron a los momentos más delicados, donde hilaron fino y forzaron el tie break, en el cual Alejandra y Marta estuvieron más acertadas y pudieron hacerse con el set, el partido y el billete a la final.
Enhorabuena a las dos finalistas y también a las otras dos parejas semifinalistas, que han dado un gran espectáculo durante toda la competición.
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