El Grupo B del Estrella Damm Masters Finals está que arde, muy emocionante y con duelos que levantan la admiración en la grada. Uno de ellos es el que nos dejaban Paquito Navarro y Maxi Grabiel por un lado y Miguel Lamperti y Tito Allemandi, por el otro.
Si hay una palabra que resuma todo lo acontecido es la épica. Paquito Navarro y Maxi Grabiel iban camino de sumar su segunda victoria en el Estrella Damm Masters Finals. La pareja hispanoargentina acababa de imponerse con contundencia en el primer set (6-2) ante Miguel Lamperti y Tito Allemandi y volaba hacia las semifinales del torneo más importante del curso. El choque parecía una continuación del que vivieron ayer ante Seba Nerone y Gaby Reca, pero justo comenzó el segundo set y la batalla cambió de lado. Navarro y Grabiel se fueron del partido, tal vez confiados en vivir un nuevo paseo. Y fue en ese instante cuando emergieron al otro lado de la pista Lamperti y Allemandi, quienes todavía no habían dicho su última palabra en el duelo.
La segunda entrega cambió el rumbo del encuentro por completo. Navarro y Grabiel se hicieron pequeños ante el crecimiento exponencial de sus adversarios, que se agarraron con fuerza a sus opciones en la muerte súbita. Los argentinos nivelaron la balanza, alzaron la vista con el 7-6 en el bolsillo y se lanzaron con hambre a sellar su primer triunfo en el Estrella Damm Masters Finals.
Confiados, seguros de su juego y demostrando que su conjunción no es fruto de la casualidad, Lamperti y Grabiel rompieron el saque de sus rivales en el quinto juego del tercer set y tras consolidar el break se metieron en el paletero medio triunfo. Solo les quedaba aguantar su saque para poner al rojo vivo el grupo B del Estrella Damm Masters Finals. Hubo suspense y emoción, también épica, pero los argentinos lo lograron. Mantuvieron su servicio hasta el desenlace y se hicieron con los puntos ante Navarro y Grabiel.
Con 5-4 a su favor y empate a 30, Lamperti dio el susto del día. El argentino cayó al suelo en un mal gesto y se lesionó en el cuadríceps, pero tras recibir la asistencia del fisio salió de nuevo a la pista y todavía tuvo arrestos para fabricar junto a Allemandi su hombrada frente a Navarro y Grabiel, si bien se retiró del Coliseo con una visible cojera, pero con una gran sonrisa en la cara.
Los comentarios están cerrados.