Sin duda alguna, la palabra dulzura y simpatía pueden definir perfectamente a nuestras dos protagonistas: Patty Llaguno yEli Amatriain.
Las dos jugadoras destilan alegría y sonrisas allá por donde van. Esta pareja terminó el pasado año como número uno y esta temporada no han querido ser menos. La competencia dentro del circuito femenino no hace más que crecer y cada vez son más las parejas que aspiran a la victoria final. Ellas, impasibles, aguantan las embestidas de las jóvenes y contienen la pasión de las más veteranas. Son como un faro que aguanta inamovible en mitad de la tormenta, sin ponerse nerviosas con las derrotas y asimilando muy bien las victorias.
La más importante de la temporada llegó para ellas en el Estrella Damm La Nucía Open, cuando se alzaron con la victoria tras dos semifinales y dos finales consecutivas. Era la culminación de todo el trabajo que llevaban haciendo desde la pretemporada. Un premio merecido en un gran partido ante Alejandra Salazar e Iciar Montes. Patty Llaguno y Eli Amatriain se habían encontrado con ellas en las semifinales de Barcelona y no habían podido superarlas, así que esa victoria en tierras alicantinas fue una dulce venganza.
Al igual que el resto de sus triunfos, la victoria en La Nucía llegó con la normalidad que siempre es bandera de la dupla Llaguno-Amatriain. Sin estridencias, al igual que una espada corta la seda, sin ruido pero con la máxima eficacia. Aunque no pueden permanecer lejos de los focos ya que sus éxitos deportivos se lo impiden, la tranquilidad nunca desaparece de la esencia de esta pareja que va a viajar a Madrid con todas las puertas abiertas.
Su temporada se resume en tres semifinales, dos finales y una victoria. Unos números espectaculares si tenemos en cuenta que se han disputado ocho torneos dentro del circuito femenino en este 2014. La regularidad es una de las grandes armas de estas dos mujeres, dispuestas a todo en el Estrella Damm Masters Finals. Seguro que tanto Patty como Eli aterrizan en Madrid con un solo objetivo: la victoria en el torneo de los torneos. Porque son dos jugadoras de sonrisa perenne y juego delicado, pero, sobre todo, son dos competidoras natas dispuestas a ganar.
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