Tras la gran victoria en la cita World Padel Tour Valencia, tanto a Paquito Navarro como a su compañero Maxi Grabiel aun les llueven los elogios por el torneo disputado. Por ello, los compañeros de WPT han querido profundizar más en la persona del jugador español, con varias declaraciones suyas en las que se muestra como es él, directo, sencillo y carismático.
Paquito Navarro sabe lo que es vivir con presión. La ha mascado desde que de niño se intuyera que era la gran promesa del pádel nacional. Ha crecido bajo los focos y ha aprendido a sentirse cómodo con la tensión: «La victoria en el Estrella Damm Valencia Open me ha permitido cumplir el sueño que arrastraba desde que era un niño. No es el trabajo de un día, son todos los años de madrugones y grandes viajes para poder competir, son los malos momentos y las personas que me apoyaron entonces», asegura Navarro.
Todo eso y mucho más es lo que liberó este sevillano de 25 años al convertirse en el primer español no nacionalizado en ganar una prueba de World Padel Tour.
«Para mí es sólo un dato. Ahora lo que quiero es seguir trabajando para que lleguen más victorias». Al igual que otros grandes campeones, Paquito Navarro ha abierto una puerta a todos esos jóvenes que hoy juegan con la esperanza de parecerse algún día a él. Sonriente y amable fuera de la pista, se transforma cuando pisa el césped. Agresivo, duro, con alma de guerrero, Navarro es seda en su vida diaria y acero cuando coge una pala: «El Paquito de dentro de la pista no tiene que ver nada con el de fuera. Cuando empuño la pala cambio, vivo el partido y pongo todo mi coraje y mi rabia. Luego soy mucho más tranquilo».
Sabe que las gradas rugen cuando se anuncia su nombre por megafonía y recibe el cariño del público con una naturalidad pasmosa: «Noto muchísimo el apoyo de la grada. Creo que es porque soy joven, español y trato de que la gente disfrute. A veces siento que no lo merezco porque, al fin y al cabo, solamente paso una bola por encima de la red», confiesa un modesto Paquito Navarro
Acudió al Estrella Damm Valencia Open con Maxi Grabiel, el argentino que será su pareja hasta que finalice la temporada. El baile de duplas que se da en el World Padel Tour ha llevado a que estos dos hombres crucen su camino en una de las decisiones más afortunadas de sus carreras. Se separarán en 2015, pero no parece ser problema para este matrimonio de conveniencia que solamente ha necesitado de dos pruebas para alzarse con el título en el Estrella Damm Valencia Open. Y lo han hecho a lo grande, ganando en la gran final a Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín, los jugadores que dominan el pádel mundial desde hace más de una década. «Mucho mérito en esta victoria es de Maxi, que con su personalidad encantadora hace que todo sea mucho más sencillo».
Con este triunfo, Paquito Navarro se ha abierto un hueco en la historia del pádel. Se lo ha ganado a pulso, ya que durante los últimos años ha dormido, entrenado, comido y viajado para llegar a este punto: convertirse en una referencia dentro de su deporte. Toda su vida parecía encaminada a las cinco menos diez del domingo, cuando terminó la final en el Ágora de Valencia y el sevillano, ¡por fin!, pudo levantar los brazos al cielo. Sus campeonatos de España de menores, su Mundial junior, sus éxitos con la selección española absoluta, todo se resumía en esos puños alzados en la ciudad del Turia.
Ahora es el momento de mirar hacia el futuro y Paquito Navarro ya sabe lo que quiere: «Toca trabajar duro para que este triunfo no sea una gota en el mar, para ser más asiduos a semifinales y sigamos creciendo. Quiero ganar más torneos y por qué no, ser el número 1». Ése es su nuevo sueño.
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