Más de tres horas de espectáculo que bien merecieron el pago de la entrada. Gradas llenas, música a todo volumen y muchos aplausos para recibir a cuatro protagonistas que trabajaron y pelearon sin descanso en un partido sublime, que recordó en muchos momentos a finales como la de Madrid el año pasado, donde la igualdad fue máxima.
Necesitaban un chute enorme de confianza Ari Sánchez y Paula Josemaría tras los últimos traspiés mientras que sus rivales, Bea González y Delfi Brea, llegaban pletóricas, esta última además jugando en casa, con cuatro títulos seguidos y acortando la distancia entre ambas parejas. Sin embargo, esta vez, hubo hachazo en territorio enemigo y las dos españolas no dejaron que la hija pródiga venciera ante los suyos.
Desde marzo en Catar no triunfaban en un torneo las nº1, una racha que se ha alargado tres meses, opuesta a los dos que llevaban Brea y González sin conocer la derrota pero cuando la pelota echa a rodar, la inercia a veces es caprichosa.
Una oda a la resistencia y a la mente fría, pues salvo la primera manga, en la que Ari y Paula arrasaron incendiando el 20×10 con tiros desde todos los ángulos que dañaban una y otra vez la defensa de sus oponentes y no les dejaban ni respirar (6-1), el resto se convertiría en una batalla por puntos, a golpe limpio.
Su inercia se mantendría en el inicio del segundo parcial, pero las de Jorge Martínez, envalentonadas por los aficionados que querían un triunfo de Delfi, las llevaron en volandas, les hicieron despertar y provocaron que el partido fuese un correcalles. Bea y su compañera se animaban y cogían velocidad para recuperar la desventaja, empatar el partido y forzar la máquina de Sánchez y Josemaría, algo más contrariadas y sin el acierto de minutos antes; les costaba encontrar huecos por los que colarse, mientras que su defensa ya no era tan férrea como antes.
Cerca del desempate, Bea y Delfi encontrarían el segundo break del set (hubo 14 oportunidades en este parcial, repartidos a partes iguales, muestra de la tensión que afectó a las sacadoras) y eso les permitió coger aire, pegarse mucho más a la red y ser más decisivas, levantando el puño al cielo Brea cuando conseguía que Paula fallase la bola que les daba el 5-7 y lo llevaba todo al tercero.
Irían sumando ambos binomios en el tercero (1-1, 2-2, 3-3) pero entonces los motores volvieron a rugir y el público acabó deleitándose con los mejores minutos de pádel del partido. Las chicas de Claudio Gilardoni se adelantarían en el noveno con un break, ventaja que ya no cederían a pesar de que Delfi y Bea salvaron primero dos bolas de partido y tuvieron una más para recuperar la desventaja. No la aprovecharían y con ello, en medio de la pista, gritaban desfondadas, se miraban y se reían Ari y Paula. Juego, set y enorme victoria (6-1, 5-7 y 6-4).
Muy cansadas todas, sin duda un golpe moral de Sánchez y Josemaría para demostrar que siguen muy vivas, que van a plantar cara y que son capaces de vencer en »territorio hostil». Su cuenta como pareja (desde que se unieran en 2021) asciende a 30 entorchados, números más que merecidos de destacar.
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