La serie particular de enfrentamientos entre estas dos parejas vuelve a estar empatada. Si Arturo Coello y Agustín Tapia se impusieron en el primer duelo y Ale Galán y Fede Chingotto les adelantaron en los dos siguientes, ahora todo vuelve a estar como al principio (2-2).
Los nº1 han demostrado capacidad de sacrificio y mucho amor propio, aparte de una pegada excepcional, para lamerse las heridas y el orgullo herido e imponerse en el Asunción P2.
Demostrando haber aprendido de los errores y de las complicaciones que Galán y sobre todo Chingotto les provocaban, el vallisoletano y el catamarqueño salieron con trompetas y tambores a la final, dispuestos a marcar el ritmo de ataque total, sin medias tintas, y a destrozar la sólida defensa de sus adversarios. Estrategia más que acertada a tenor de lo visto, pues rápidamente pusieron el 5-0 en el marcador y sólo en el sexto juego permitieron que Ale y Fede no se llevaran el rosco al banquillo (6-1).
Un parcial que había sido visto y no visto, de ritmo frenético y acierto sobresaliente para los nº1, decididos a no sufrir más el juego combinado que tantos quebraderos de cabeza les había dado en Bruselas y Sevilla; pero ni Galán ni Chingotto habían dicho su última palabra.
El dominio en el segundo ya no lo fue tanto y se repartió para luego irse a las palas del madrileño y del jugador de Olavarría, quienes rompían el servicio de Tapia y Coello al paso por el sexto juego para después abrir más la diferencia y conseguir empatar (3-6). »Ya estamos aquí», parecían decir con sus peores intenciones.
Y lo estaban, porque en el tercero se vería la pelea esperada en el 20×10, transformado en un cuadrilátero de boxeo con golpes directos entre los cuatro; break de los nº1 para empezar, respuesta de Ale y Fede al paso por el cuarto juego (2-2) y nuevamente break, pero ahora para los nº2 (3-4), que fueron capaces de mantener el paso cuando Ale y Agus jugaban más a arreones, como tambaleándose y sin continuidad (4-5).
Aparecería entonces ‘el Mozart de Catamarca’ para elevarse y elevar las aspiraciones de la pareja, empatar el encuentro (5-5) y coger la vez en el desempate, final idílico para los aficionados teniendo en cuenta que los nº2 tuvieron su saque para cerrar el encuentro.
Sin embargo, en el tie break, Agustín y Arturo no darían opción, dejando a sus adversarios con las mínimas prestaciones (7-1) y cerrando definitivamente la final (6-1, 3-6 y 7-6). Golpe sobre la mesa para anunciar su recuperación y mantener el pulso. Una final maravillosa que no tendrá mucho tiempo para ser disfrutada, pues la competición continúa, ahora en Mar del Plata, con otro torneo y con una nueva posibilidad de disfrutar de este partido en la final.