Hubo, en los cuartos masculinos, una especie de pacto no firmado en el que todos decidieron que los partidos iban a ser rápidos, nada de desgastarse ni alargarse de más, y por lo visto, se cumplió el guion y las peticiones, porque únicamente un partido superaría la hora y media de duración.
A eso se le unió que el top 4 del ranking pasó a semifinales y configuró así unas semifinales de altísima calidad y con muchos gallos en el corral. Habrá tortas por estar en la final.
Paquito Navarro y Juan Lebrón cumplieron ante una dupla complicada como la de Juan Tello y Fernando Belasteguín, estos en sus primeros cuartos de final. Estos últimos, empezaron con ganas, pero los errores y la intensidad les fueron condenando poco a poco y sus prestaciones bajaron en demasía, especialmente en el segundo set, en el que tuvieron siete bolas de break en contra y donde se notó que, hoy por hoy, los dos andaluces están varios niveles por encima (6-4 y 6-2).
Mismo marcador para Fede Chingotto y Ale Galán en su escalada hacia la posibilidad de otro título. Ante ‘Momo’ González y Álex Ruiz iban a conseguir llevarse la victoria a base de hacerse fuertes al resto, una estadística en la que fueron mucho mejores que el binomio español.
Si en la primera manga más o menos las fuerzas estuvieron igualadas y se decidió por detalles, en la segunda dieron un paso adelante Galán y Chingotto, consiguiendo ocho opciones de rotura (llevándose dos de ellas) para tomar una ventaja más que suficiente y cómoda de administrar, pues solo era cuestión de seguir manteniendo a raya la faceta más potente e imaginativa de sus dos oponentes.
‘Momo’ y Álex por más que lo intentaron no terminaron de salir del bache y se perdieron en las dudas para cerrar su participación en Asunción con un 6-4 y 6-2 en contra.
Arturo Coello y Agustín Tapia bailaron con Miguel Yanguas y Javi Garrido en un partido en el que, sin demasiada magia, highlights ni dominio absoluto, sacaron adelante su fortaleza como pareja y un juego más efectivo que bonito. Y es que lo que había delante no invitaba a dejar ninguna puerta abierta, sino a cerrar todo y a parapetarse para no sufrir o si no, a combatir fuego con fuego, porque Yanguas y Garrido no son de los que se guardan repertorio en la recámara.
El partido se desnivelaría por el mayor acierto que mostraron el vallisoletano y el argentino cuando no sacaban y que les permitió tomar la red más a menudo y desde ahí, hacer mucho daño, mientras que Garrido y Yanguas buscaban la forma de que defendieran más que atacaran pero no la terminaron de encontrar (6-4 y 6-4).
Concluía la sesión con Paraguay aplaudiendo a Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno al llevarse la victoria frente a Lucas Campagnolo y Javi Leal con un 6-4 y 6-3. Otro torneo y otra semifinal para los ‘Súper Pibes’ en su búsqueda constante de mejoría desde que se iniciara el año y queriendo plantarse y pelear en una final. Regularidad tienen de sobra, ahora les falta un paso más para la excelencia.
Este sábado podremos ver en acción a Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno contra Ale Galán y Fede Chingotto, y a Arturo Coello y Agustín Tapia contra Paquito Navarro y Juan Lebrón, todo ello por dos puestos en la final.