Sutiles diferencias entre las eliminatorias de semifinales del cuadro masculino y las del femenino, al menos en lo que a los registros se refiere y, por ende, al tiempo que las parejas pasaron en la pista compitiendo. Si las chicas estuvieron rondando (superando incluso) las dos horas y media, los chicos decidieron hacerlo algo más rápido y definir todo en apenas hora y media.
Entrarían primero en acción Ale Galán y Fede Chingotto, rápida conexión de dos jugadores con estilos totalmente opuestos pero que han casado a las mil maravillas y que tras juntarse y acceder a su primera final, ahora han repetido, dejando por el camino a dos irreductibles, Jon Sanz y ‘Coki’ Nieto.
Electricidad pura la del binomio español que conseguía dejar fuera a Paquito Navarro y Juan Lebrón en cuartos pero a quienes el desgaste acumulado les fue poniendo el partido muy cuesta arriba; y es que, teniendo en cuenta su estilo de juego, precisan de estar al 100% físicamente y el duelo previo les dejó el tanque de gasolina muy mermado y eso, ante un Galán que te devuelve todo y un Chingotto que te alarga los puntos hasta la extenuación, es una crónica de muerte anunciada.
En dos sets que fueron yin y yang, día y noche, Galán y Chingotto arrebataron el sueño a Sanz y Nieto, sufriendo primero en un set inicial algo loco en el que, aunque no hubo breaks, sí puntos excelentes y momentos para la galería, llegando a salvar Ale y Fede hasta cuatro bolas de set en el desempate para, finalmente, dar una estocada que en su caso sí resultaría definitiva, haciéndose con el tie break por 12-10 (7-6).
La tensión, que se cortaba con un cuchillo, daba paso a la calma en el banquillo de la dupla nº3 y a la desesperación y la incredulidad en el de la nº8, porque todo lo hecho hasta el momento no servía de nada y su maquinaria de puntos y juegos quedó atascada. Galán y Chingotto serían una apisonadora perfecta, engrasada con esmero, en el segundo, donde ‘Coki’ y Jon no podrían más que recoger una y otra vez la pelota en su lado de la pista al tiempo que veían cómo los juegos se sumaban sin cesar en el bando rival.
Un parcial de 6-0 les despediría con honores pero con la sensación de que, tras la inmensa batalla de la primera manga, se desconectaron demasiado rápido.
En su eliminatoria, Agustín Tapia y Arturo Coello dejarían atrás la incertidumbre y las dudas de días anteriores en los que sufrieron para encontrar un juego fluido y tuvieron que estar más tiempo del deseado en pista. Ante Javi Garrido y Miguel Yanguas no querían sorpresas, sabedores de lo peligrosos que pueden llegar a ser cuando entran en cadencia, por lo que en cuanto la pelota echó a rodar, sacar su versión más rutilante.
Con su quinta final en el horizonte, Coello y Tapia armaron un juego efectivo y rápido, que desarboló los intentos de los dos andaluces por aprovechar alguna de las oportunidades (muy pocas) que surgían; con los deberes más que hechos tras eliminar a Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno, Yanguas y Garrido no encontraron la pólvora de cuartos y se vieron sepultados por las opciones de break que casi siempre llegaban en su contra (hasta cinco tuvieron en el primer set, pero solo una materializada para fortuna suya).
Ese break es el que les abriría la puerta a los nº1 para cerrar la primera parte de la contienda (6-3) y plantarse en la segunda más firmes y efectivos todavía, aunque teniendo más problemas con su saque que antes, hecho que igualaría ligeramente el partido pero sin llegar a hacerles sufrir demasiado.
Con hasta tres bolas de break en el octavo juego, Yanguas y Garrido no lograron hacer efectiva ninguna de ellas, dándoles vida a Arturo y Agus, quienes no desaprovecharon la suya en el cambio de saque siguiente para terminar con las ilusiones de los españoles (6-3 y 6-4).
Agus Tapia y Arturo Coello se las verán nuevamente con la pareja que, en palabras del vallisoletano, más le ha hecho sufrir en la pista. Veremos si en esta ocasión cambian las tornas y Ale y Fede consiguen hacer caer a los dos colosos que se sitúan al frente del ranking mundial.