Queríamos alicientes, sorpresas, movimiento, campanadas y golpes sobre la mesa y todo eso lo provocaron varias parejas en los octavos de final pero una en especial.
Las que tuvieron más culpa de todas en la que se puede llamar »fiesta de la sublevación», fueron Jimena Velasco y Noa Cánovas, quienes a base de constancia, mucha energía, fuerza y sobre todo ilusión desmedida, lograban »cargarse» a las nº1 de la clasificación, Virginia Riera y Sofia Araújo.
Un partido de ida y vuelta al que Jimena y Noa nunca le perdieron la cara, se mostraron siempre convencidas de que, con su juego, podían hacer cosas importantes y conforme pasaban los minutos y seguían con vida, se lo fueron creyendo más.
Tras pelear sin descanso en la primera manga y llegar al desempate, fueron capaces de ganarlo a pesar de su menor experiencia y eso les dio un plus de cara a la segunda, en la que siguieron jugando siempre con intención, impidiendo que cogieran distancia Riera y Araújo, logrando el segundo golpe del partido (6-7 y 5-7).
Otras que también se sumarían a la fiesta serían Ari Cañellas y Teresa Navarro, también con tie break inicial, ante Ana Catarina Nogueira y Bea Caldera. La pareja nº11 se enfrentaba a la nº7 con la española y la portuguesa como claras favoritas pero tras unos minutos iniciales de intercambios, todo se mantuvo intacto hasta el final.
Hubo que recurrir a la muerte súbita para que una dupla se pusiera por delante, siendo esta la formada por Cañellas y Navarro que, gracias a ese paso dado, en el segundo estuvieron mucho más sueltas, determinantes en la red, obteniendo varios breaks de diferencia al tiempo que las prestaciones de Caldera y Nogueira decaían (7-6 y 6-3).
Marta Talaván y Nuria Rodríguez se mostraron muy superiores en rendimiento ante Ksenia Sharifova y Esther Carnicero. El dueto español pisó el acelerador desde el inicio, consiguiendo un margen amplio tanto en el primer como en el segundo set y supo cortar de raíz toda posibilidad de sublevación, llevándose la victoria en poco más de 40 minutos (6-1 y 6-2).
La veteranía de Carolina Navarro y la potencia de Marina Guinart fueron factores claves en su mejoría y recuperación conforme avanzaba su partido ante Araceli Martínez y Sara Ruiz, pareja que metería el susto inicial en el cuerpo a las nº4 tras llevarse el tie break; sin embargo, una vez que se encendieron las alarmas, el dominio fue de Carol y Marina, mucho más metidas mentalmente, elaborando más los puntos con su juego y consiguiendo que poco a poco todo sumase para sus estadísticas (7-6, 3-6 y 0-6).
Victoria plácida también para Lorena Rufo y Lucía Martínez en su periplo por la pista central ante Alicia Blanco y Mónica Gómez (6-4 y 6-2) así como para Sandra Bellver y María E. Rodríguez al menos en el segundo envite, dando la sorpresa ante la pareja nº8 del cuadro, Julieta Bidahorria y Alix Collombon, a las que dejaron sin continuidad en el torneo merced a un 6-7 y 1-6.
Más complicada fue la jornada de Marta Barrera y Marta Caparrós, quienes tuvieron que multiplicarse para imponerse (también contradiciendo al orden establecido por el ranking) a Marina Martínez y Carolina Orsi, llevando el partido hasta el tramo final con opciones y consiguiendo, tanto en el primer set como en el tercero, manejar el barco a su antojo (6-2, 5-7 y 6-3).
Y para terminar, otra sorpresa más, la de la caída de las nº2, Bárbara Las Heras y Victoria Iglesias, ante unas espectaculares Carla Mesa y Cata Tenorio. »La que tuvo, retuvo» se tatuó como mantra Cata Tenorio, dando un clinic de aguante a pesar de su menor entrenamiento respecto a las rivales, aportando aguante y temple en el juego para obtener un 7-5 y 7-5 que hace que, en su vuelta a la competición, siga con las opciones intactas y ya en cuartos de final.
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