En la mañana de este lunes casi desayunábamos con el rumor de que Gemma Triay habría decidido ponerle el punto final a su unión con Martita Ortega, sorprendente cuanto menos, nada más concluir el primer torneo de la temporada.
Tras haber preguntado a varias fuentes y no obtener respuesta, nuestro compañero Álvar Madrid de Relevo publicaba la noticia en su medio añadiendo que el detonante habría sido el comportamiento entre ambas jugadoras durante el torneo de la Hexagon Cup de la semana pasada y que las muestras de desconexión, las malas caras entre ellas y la falta de unión fueron más que evidentes.
Así pues, y tras haber aparecido en otros medios y haberse comentado ese rumor que ya casi sería una noticia oficiosa (que no oficial pues ninguna de las partes ha comunicado nada), podemos decir que casi al 100% la ruptura se dará tras la prueba de Riad (Arabia Saudí), la cual se celebrará la semana del 24 de febrero al 2 de marzo. Un torneo y adiós.
Un hecho que en parte no sorprende puesto que en el pádel ya se ha dado (recordemos la separación de Maxi Sánchez y ‘Tito’ Allemandi hace unos años) pero que sí que choca lo primero por el hecho de que ya hubo tentaciones previas a final de 2023 para que sucediera y finalmente la balear dio marcha atrás y decidió continuar con el proyecto y, sobre todo, por el hecho de que han perdido casi un mes de pretemporada con una compañera con la que a priori no van a jugar, pudiendo haber entrenado en condiciones con una persona diferente y haber sentado unas bases mucho mejores, no que ahora apenas tendrán tiempo, tanto la una como la otra para encajar las piezas.
¿Cómo habrá sentado esta decisión en el bando de Ortega? Obviamente, suponemos que nada bien porque si a Gemma se le relaciona con Claudia Fernández (a quien ya tanteó en 2023), en el caso de la madrileña se desconoce si será la que hasta ahora es compañera de Claudia, Lorena Rufo, la que compartirá pista con la madrileña o si bien hay más rupturas de parejas de por medio.
Así las cosas, Riad sería el punto de partida y también la meta para el proyecto Triay-Ortega en 2024. Un adiós precipitado, incomprensible más allá del desgaste
Despedirían una dupla que ha conseguido dos títulos (Open de Menorca y Major de Roma) y que logró tocar en ocho ocasiones una final. Buenos números pero parece que insuficientes para el carácter ganador de ambas.