La excelencia hecha pádel sería el resumen más rápido de este partido. Un partido que volvió a encumbrar a dos parejas quizá ahora mismo por encima del resto en cuanto a físico, pelea y entrega.
Como si de un best seller se tratara, este fue uno de esos libros que merece ser pasado al cine por su trama, por lo enrevesado del papel de sus protagonistas y dirigido por un director (en este caso dos) que apoyan la trama con varios giros de guion.
Todo eso y más tuvo la segunda semifinal masculina que empezó ya caída la noche sobre Barcelona y que durante dos horas nos entretuvo, hizo aplaudir y abrir la boca por la sorpresa y la incredulidad a lo largo de sus puntos.
Pasara lo que pasara, iba a ser un combate a golpe limpio para ver quiénes aguantaban más y en ese esfuerzo sobresaldría un nombre: Alejandro Galán. Derrochando un físico espectacular, supo mantener al equipo arriba y abajo, barrer la pista y contrarrestar a unos magníficos Martín Di Nenno y Franco Stupaczuk que acabarían mereciendo igualmente premio.
Como comentábamos, fue un ejercicio de desgaste desde el minuto uno, jugando todos fino, al milímetro y, quizá por eso, fallando más de la cuenta, pero los aciertos premiaban siempre más. Los cuatro guerreros irían sumando en sus registros poco a poco, hasta un final igualado en el que Juan Lebrón y Galán abrieron la lata para ponerse un pasito por delante con un 7-5.
En el segundo, más de lo mismo, si bien los españoles colocaron un 2-0 de inicio que parecía ser suficiente pero que los ‘Súper Pibes’ carácter combativo en la sangre, revirtieron al paso por el cuarto (2-2).
Más tarde, incluso se permitieron el lujo de ponerse por delante (4-5) pero no terminaron de certificar su osadía y vieron cómo los españoles no solo les igualaban, sino que les pasaban por la izquierda en los mejores minutos de un Ale Galán que estaba en todos lados y que elegía siempre bien (6-5). Quedaría la guinda final con un punto de oro que puso los nervios a flor de piel y que significó el éxtasis para los chicos de Jorge Martínez. Juego, set, partido y pase a la final (7-5 y 7-5) tras mandar Di Nenno la pelota a la red. Siguen de dulce y sigue su redención esta temporada. Ale y Juan no se cansan de querer ganar y se medirán para seguir haciéndolo en la final (quinta consecutiva para el madrileño en el Master) a Paquito Navarro y Fede Chingotto.