Has los cuartos de final, que no es poco, ha durado la aventura de Rafa Méndez y Javi Rico en Italia, concretamente en este Milano Premier Padel P1. Su mejor torneo del año, una puesta en escena fantástica que les debe servir como aliciente para el año próximo y para maquillar un año que no ha sido excesivamente bueno.
Cierto es que Méndez había conseguido llegar a cuartos en el Open 500 de Alicante pero su techo real en torneos de primera categoría estaba en octavos (Chile, Master de Valladolid, Master de Madrid y Open de Amsterdam), mientras que el menor de los Rico había alcanzado los octavos en Abu Dhabi, el Open 500 de Alicante, Viena, Francia, Master de Valladolid, Valencia, Master de Madrid y Amsterdam, y sí que en su caso había llegado a cuartos de final en dos ocasiones, el Master de Marbella y el Open de Málaga pero a ninguno los últimos tiempos les estaban viniendo bien y se notaba lo largo de la temporada en exceso.
Sin embargo, en Milán han encontrado inspiración, fuerzas y acierto y su puesta en escena estaba resultando brillante hasta que llegó el escollo de Ale Galán y Juan Lebrón, quienes literalmente les barrieron de la pista. En este caso, se notó el cansancio acumulado en sus piernas, mientras que los nº1 del torneo volaron sin freno, rasante y también en altura, a placer, esparciendo magia y pegada a partes iguales para lograr en apenas una hora de juego, un 6-2 y 6-3.
Les siguieron en efectividad y también en efervescencia Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno ante otra de las sorpresas que, sin hacer ruido, se habían encaramado a estos cuartos de final firmando también su hito este año, Teo Zapata y Fran Guerrero; en su caso, la resistencia inicial duró algo más y los argentino pudieron únicamente soltarlos con un break en el primero, dejando un 6-4 en el marcador, para en el segundo encontrar la vía correcta más rápidamente y distanciarse con un buen parcial de 6-2 en una hora y cuatro minutos.
El tercer cara a cara enfrentaría a Argentina y Andalucía a partes iguales. Por un lado, Juan Tello y Álex Ruiz y por el otro Fede Chingotto y Paquito Navarro. Demostrando que se conocen a la perfección, el encuentro fue ganando en intensidad y decibelios en las gradas, pues la primera manga apenas fue un visto y no visto.
Chingotto salió a defender como suele y Paquito se soltó en labores ofensivas, manejándose con libertad total, gustándose y gustando a la afición, siendo el claro héroe del partido. Un 2-6 demostraba su excelente estado de forma al paso por banquillos y les daba un respiro a Tello y Ruiz de cara a la continuación.
En el segundo envite su versión fue mucho mejor y lograron igualar tanto en empuje como en acierto el partido, llevándolo a un estadio totalmente diferente. Fueron capaces de, al menos, emparejar más los registros y pasar el ecuador con opciones llegando al tramo final con la sensación de que podían rascar algo hasta que Paquito y Fede apretaron un puntito más y eso les terminó por hacer claudicar. La dupla nº4 impuso su mejor versión y terminó con un 2-6 y 5-7 a favor.
Quedaba el desenlace, que se anunciaba fascinante sobre el papel pero lo fue aún más sobre la pista. Dos horas de puro pádel entre ‘Momo’ González y Javi Garrido por un lado y Agustín Tapia y Arturo Coello por el otro. Un partidazo soberbio entre cuatro jugadores de pegada, electricidad y magia, de recursos, sonrisa pícara y deleite. Un duelo en el que la primera manga adquirió ya tintes épicos al ir sumando juegos las dos parejas y no conseguir margen ninguna, lo que les citaría en el tie break, siendo este favorable para Coello y Tapia (6-7).
Con un set por debajo, ‘Momo’ y Javi siguieron percutiendo en el segundo sin perderle nunca la cara al partido, demostrando que su nivel, cuando están enchufados, es muy alto (terminaron el partido con un 95% de acierto con el primer saque), y fueron capaces de atrapar en sus redes a los cabezas de serie nº2, quienes no tuvieron el mismo acierto en esta continuación y, cuando tenían todo de cara, no terminaron la persecución de sus rivales, dejándoles irse con un break de diferencia (ampliado poco después) y pensando ya en el tercer parcial (6-3).
Allí volvería a convertirse la pista en un campo de batalla, con la bola volando rauda y potente de lado a lado, volea a volea, remate a remate, y con el público abriendo la boca asombrado, haciendo ruido y batiendo palmas ante el desparpajo de los cuatro, su entrega y golpes. Un parcial que volvió a igualar las fuerzas y en el que Arturo y Agus evitarían in extremis el desempate, golpe de caderas mediante, para conseguir romper el servicio de los andaluces y llevarse dos horas de grandísimo encuentro (6-7, 6-3 y 7-5).
Así, en semifinales veremos a Juan Lebrón y Ale Galán contra Paquito Navarro y Fede Chingotto, y a Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno contra Arturo Coello y Agustín Tapia en un partido que se convertirá en una final anticipada.
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