En un día sin excesivo movimiento en el cuadro masculino, con pocos partidos y solo momentos puntuales de emoción más allá de los marcadores que sí que en algún caso tuvieron su dosis de tensión y de aguantar la respiración hasta el final, Javier Barahona y Javier García se convirtieron en las almas de la fiesta junto con Miguel Lamperti y José Jiménez.
Los ‘Javieres’ consiguieron ponerle algo de emoción a un día de fiesta en toda España, celebrando ellos la suya propia en Milán a costa de ‘Xisco’ Gil y Ramiro Moyano, cabezas de serie nº11. Y lo hicieron, además, con una facilidad pasmosa si tenemos en cuenta solo el marcador, que fue amplio, mucho, quizá demasiado teniendo en cuenta que los favoritos eran Moyano y Gil pero que parecieron no comparecer al partido, teniendo la mente en otro sitio.
Un marcador que, con un 6-0 y 6-2, deja bien claro lo que se entregaron unos y otros y a favor de qué dos jugadores estuvieron siempre las mejores acciones.
Sin demasiados contratiempos y con un debut bastante tranquilo, Juan Lebrón y Ale Galán fueron cogiendo ritmo en Milán. Sin tener que exprimirse mucho, poco a poco decantaron la pista a su favor ante unos voluntariosos Pablo Cardona y Javi Ruiz que, a pesar de su ímpetu, se vieron superados en el tramo final de cada set y no tuvieron capacidad de respuesta para intentar pelear algo más (6-3 y 6-4).
Más les costaría a Antonio ‘Pincho’ Fernández y Gonzalo Rubio imponerse a Luis Hernández e Íñigo Jofre, pareja que volvió a demostrar el salto de calidad que han dado este año. No se pusieron nerviosos ni mermaron su capacidad anotadora a pesar de que Gonzalo y Antonio arrancaron con un par de marchas más y fueron capaces de abrir brecha en el luminoso en la manga inicial (6-3).
Se reorganizaron en el segundo, confiaron en su estrategia y juntaron filas para mejorar en defensa y minimizar errores, lo que llevó el partido a una mayor igualdad y casi al tie break; Hernández y Jofre apretaron en la parte final y consiguieron evitarlo para llevarlo todo a un tercer parcial en el que otra vez la mayor fuerza de Rubio y Fernández y su experiencia fueron claves, pues volvieron a tomar el mando del encuentro para conseguir un final muy tranquilo (6-3, 5-7 y 6-3).
Complicaciones igualmente para Fernando Belasteguín en su regreso a la competición tras un tiempo parado, y Miguel Yanguas, necesitados de un doble 6-4 para mandar de vacaciones a Marc Quílez y Toni Bueno, así como para Juan Tello y Álex Ruiz, teniendo estos que recurrir no a uno, sino a dos tie breaks para dejar fuera del torneo a Benjamin Tison y Aitor García, sin nada que perder y por eso convertidos en rivales muy peligrosos y que a punto estuvieron de lograr la campanada (7-6 y 7-6).
Resultado engañoso para Arturo Coello y Agustín Tapia ante Salva Oria e Ignacio Vilariño. Dificultad para coger velocidad y revoluciones en los primeros compases, pero fue abrir la lata y todo marchar como la seda. Les soltaron en la parte final del primer set evitando por poco el desempate y ya en el segundo prácticamente solo hubo una pareja sobre la pista. Coello y Tapia fueron soltándose con el paso de los minutos y cogiendo confianza hasta lograr el definitivo 7-5 y 6-2.
Por otro lado y para terminar, Teo Zapata y Fran Guerrero vencieron antes de tiempo a Fede Mouriño y Agustín Gómez Silingo debido a la retirada por lesión de estos cuando el choque marchaba 6-3 y 3-0. Una pena tener que despedirse así.
Ya con el día concluyendo aparecerían Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno en acción y, cuando todo hacía pensar que tendrían un día tranquilo ante Miguel Lamperti y José Jiménez, aparecieron los problemas. No notaron estos últimos el cansancio de tener que venir peleando desde previas (al menos en el comienzo), pues salieron en tromba, desatados, y consiguieron minimizar las armas principales de los ‘Súper Pibes’, haciéndose con el primer set y encendiendo las alarmas en el banco de los cabezas de serie nº3.
Responderían más con ímpetu y corazón que con cabeza Stupa y Di Nenno, devolviendo la jugada punto por punto, poco a poco construyendo su empate y evitando por poco el susto total, lo que hubiese sido el espaldarazo definitivo a un proyecto que está utilizando el final de 2023 como laboratorio de pruebas pero al que parece haberle salido la fórmula a la primera.
Como decimos, Lamperti y Jiménez casi completan la gesta, pero se quedaron a un paso, a muy pocos puntos de lograrlo y eso les dio alas y aire a los de Carlos Pozzoni, quienes tras igualar, en el tercero fueron una apisonadora que se vio favorecida por el desgaste que acumulaban en las piernas Miguel y José y que les impidió rendir como venían haciéndolo, cayendo finalmente con un 5-7, 7-5 y 6-1.