No siempre el deporte sonría a todos por igual; a veces es fantástico y te deja un sabor de boca muy dulce y en otras ocasiones te golpea duramente, haciéndote tambalear. Son las dos caras de la competición al máximo nivel más allá de las victorias y las derrotas, de los aplausos y abucheos, del reconocimiento o el olvido.
En esta ocasión nos volvió a mostrar las dos caras de la moneda en los cuartos de final del México Open en el cuadro femenino. Cara para una pareja que está de dulce y ha encontrado la inspiración total quizá cuando menos lo esperaba, no jugándose nada y quizá por eso mismo disfrutando más que nunca, mostrando su verdadero nivel.
Ellas son Noa Cánovas y Jimena Velasco, auténtica pareja revelación de la cita, habiendo llegado por vez primera a semifinales y dejando por el camino nombres más que importantes.
La cruz, en cambio, fue para Victoria Iglesias y Claudia Fernández, en concreto para la primera de ellas, con quienes las lesiones parecen estar cebándose este año más que nunca. De nuevo ha vuelto a ser golpeada en un choque muy importante para reforzar el espíritu y la mente, haciendo que tuviese que retirarse con importantes molestias físicas. Ganaron el partido Noa y Jimena con un 4-6 y 4-6, pero la andaluza terminó renqueante, con síntomas de dolor y, tal y como menciona en sus redes sociales, con bastante frustración debido a una temporada muy mala en este sentido. Por su parte, Velasco y Cänovas continúan soñando.
Por su parte, en el resto de partidos, decir que Tamara Icardo y Virginia Riera vencieron con bastantes apuros y contratiempos a Bea Caldera y Ana Catarina Nogueira, otra pareja que ha subido el nivel ya sin nada en juego y volvió a mostrarse muy suelta, si bien en el desenlace de ambos sets la fortuna sonrió más a la pareja de mejor ranking, que supo moverse mejor en la parte donde más había en juego (6-7 y 5-7).
Con un juego muy bien hilvanado, Vero Virseda y Claudia Jensen fueron capaces de sorprender a sus rivales y seguir vivas en la cita, y eso que sus oponentes no eran una pareja cualquiera, sino Alejandra Salazar y Sofia Araújo. A pesar de que la española y la portuguesa salieron como un tiro, en tromba, buscando intimidar y ganar rápido, no desgastarse y preparar con calma su siguiente partido, la resistencia numantina de Virseda y Jensen no se lo permitió.
Lejos de venirse abajo tras encajar un 6-1, juntaron líneas, propusieron un cambio de estrategia y actitud, y se lanzaron a por todas ya sin nada que perder con mucho por ganar. Poco a poco fueron remontando el vuelo, igualando las fuerzas y el marcador, antes tan desfavorable, llevando el partido a un nuevo estado, el de las alternativas continuas para ambas duplas, que se resolvería, con una magnífica recuperación, en pos de la española y la joven argentina con la mínima ventaja (6-1, 4-6 y 4-6), alcanzando, al igual que Noa y Jimena, unas semifinales cuando ya han hecho los deberes y se han asegurado (especialmente Virseda) su presencia en el Master Final.
Para terminar con la jornada, Bea González y Delfi Brea, con ciertas dudas en momentos puntuales y sin el dominio de otras tardes de gloria, dejaban por el camino a Aranza Osoro y Jessica Castelló. Otro choque de continuas alternativas en el que Bea y Delfi dominaron con mucha seriedad dos de los parciales, obteniendo bastante margen y un control casi total, pero que en otro recibieron contestación del binomio Castelló-Osoro, mejorando sus registros y llegando a forzar (y ganar) un tie break que les dio algo de esperanzas pero que en el tercero se desvanecieron por completo (3-6, 7-6 y 2-6).
México se planta ya en semifinales con dos duelos inusuales y sin los nombres habituales de otras ocasiones: Noa Cánovas y Jimena Velasco contra Tamara Icardo y Virginia Riera por un lado, y Vero Virseda y Claudia Jensen ontra Bea González y Delfi Brea por el otro.