Si a la cita de Malmö le pedíamos emociones, en semifinales nos ha dejado bien servidos. El cuadro femenino ha sido un consta sube y baja, una alineación de planetas que nos permitirá ver una final que no se daba desde hace mucho, una en la que no van a estar ni las nº1 ni las nº2.
Ambas eliminatorias caminaron, además, por la misma vía de resultados, la del dominio de una de las parejas, lo que sin duda permite hacer más hincapié en el factor sorpresa que se produjo más allá de que las cuatro contendientes eran de altura y podía pasar cualquier cosa.
Las primeras en »tomar al asalto la Bastilla» fueron Bea González y Delfi Brea. La andaluza y su compañera buscaban, ante Martita Ortega y Gemma Triay el acceso a la pelea por su cuarto título pero no lo iban a tener nada fácil, al menos sobre el papel, porque en la pista la cosa cambió muchísimo.
Había cuentas pendientes entre ambas, pues hace un par de semanas Ortega y Triay les habían derrotado en Menorca para sumar su primer título como dupla en el circuito World Padel Tour, por lo que querían lamerse las heridas.
Las hostilidades las abrieron las cuatro jugadoras con un pequeño intercambio de breaks al que siguió una racha enorme, demoledora, de Bea y Delfi, maniatando por completo a las oponentes sin darles un solo segundo de respiro, un constante disparar de metralleta, fuego de cobertura, para impedirles sumar un solo juego más en todo el parcial (6-2).
A esto le siguió una segunda puesta en escena igual de impecable, con Delfi muy segura en las tareas de construcción y Bea siendo juez y jurado en el apartado ofensivo, viviendo casi permanentemente en la red y soltando chispazos constantes para volver a sumar prácticamente de dos en dos, rompiendo de nuevo la concentración, la regularidad y los saques de Triay y Ortega, desdibujadas sin brillo ni ideas, y claudicando con un 6-2 y 6-3.
Y por si este golpe a la clasificación fuera poco, quedaría uno más, el que propinaron Alejandra Salazar y Sofia Araújo a Ari Sánchez y Paula Josemaría. Parece que las nº1 se han relajado tras asegurar matemáticamente su posición de dominio y si ya en Menorca cayeron en la final, ahora ni siquiera van a poder pisarla.
La madrileña y la portuguesa han sido sus verdugos tras anotarse Ari y Paula el primer juego del encuentro (1-0) pero después entrar en un bucle negativo del que no pudieron salir (1-4) y que les llevó a ceder cada vez más terreno. Faltaban velocidad de piernas, golpes incisivos, agilidad, colocación en pista…todo eso a la vez que Salazar y Araújo encontraban siempre la vía para atacar, entrando cual cuchillo caliente en mantequilla y apretar todas las bolas, consiguiendo otros dos juegos para sentenciar la primera manga (2-6).
El guion no cambiaría en absoluto y con un break como bienvenida, se iniciaba el segundo break (0-1), en el que Sánchez y Josemaría continuaban desconectadas y sin su semblante habitual. Sesteando, vivirían en el encuentro hasta la parte final, en la que Ale y Sofia volverían a arrancarse con unos números muy positivos para escribir un partido que les metía de lleno en la pelea por un título (2-6 y 2-6).
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