Ha sido este de Ámsterdam, probablemente, uno de los torneos que más les ha costado ganar, y eso que sus rivales más fuertes se despedían a las primeras de cambio (Arturo Coello y Agustín Tapia) y que faltaban otros que también dan muchos problemas (Miguel Yanguas y Fernando Belasteguín), pero ni aun así ha sido una travesía tranquila.
La prueba holandesa ha coronado a Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno pero sufriendo un partido sí y otro también: en 1/16 ya les costó ante José Antonio Gª Diestro y Javi Leal con un 5-7 en el segundo; en octavos necesitaron remontar ante Augsburger y Libaak (7-6, 3-6 y 2-6), en cuartos se fueron a los tres sets también frente a Belluati y Ruiz (3-6, 6-2 y 2-6) y en semis necesitaron un tie break para vencer la resistencia inicial de Galán y Lebrón.
Y en la final, frente a una dupla que ha sido todo comodidad y paso firme en el torneo, también precisaron de tocar la melodía de la remontada. Paquito Navarro y Fede Chingotto, de paso inmaculado y sereno por Ámsterdam, caminaban también con solvencia en los primeros minutos y buena prueba de ello fue no solo el break inicial, sino la soltura que ambos mostraban en la pista.
Siempre por delante en el marcador, llegaron a tener un 5-3 y saque, pero los argentinos cerraron filas y apretaron para reducir al mínimo las diferencias y dejar que al final el primer set tuviera el margen más escaso posible (6-4).
A partir de ese momento, la subida de nivel de Stupa y Di Nenno fue más que palpable. Juntaron filas y comenzaron a jugar mucho mejor, sueltos y efectivos. Eso cambiaría el rumbo de un encuentro que claramente tendría otro color desde ese momento. Suyos fueron los breaks, la actividad de piernas y la iniciativa.
Forzaron el empate con un 2-6 que dio paso a otro set totalmente idéntico, dominando la pista a placer y por completo, mientras que Paquito y Chingotto se iban desinflando sin poder hacer frente a la presión constante que les asfixiaba. Otro 2-6 para coronar a los ‘Súper Pibes’ en suelo holandés (6-4, 2-6 y 2-6).
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