Quedaba por conocer qué cuatro parejas (cinco en esta ocasión) iban a conseguir llegar a la parte final de la competición, al cuadro en el que están las grandes favoritas. Amsterdam vivía sus últimos partidos de previas en medio de un ambiente de fiesta y pelea, todo mezclado, esperando que la sesión fuese un verdadero espectáculo para los sentidos.
Las primeras en clasificarse fueron Melania Merino y Esther Carnicero. Premio a su insistencia en una jornada en la que tuvieron muchos más problemas que el día anterior. Apenas tuvieron distancia en un duelo de tú a tú con Águeda Pérez y Patricia Martínez, grandes competidoras que no hincaron la rodilla hasta la última bola.
Un choque decidido por detalles muy puntuales, con un 6-4 y 7-6 a favor de las primeras.
A pesar de su gran inicio, Raquel Segura y Carlotta Casali se verían sorprendidas por la recuperación y fortaleza de Ksenia Sharifova y Marta Borrero. Eran más favoritas la rusa y la española, pero su comienzo no fue nada positivo, por lo que se vieron obligadas a remontar y a escalar una cima que se les puso muy cuesta arriba.
El partido fue un partidazo y superó las dos horas de pelea total, de ir y venir con una perseverancia enorme de las cuatro, que merecieron llevarse el billete. Finalmente, tras empatar haciéndose con el tie break y después rompiendo in extremis en el tercero, Sharifova y Borrero se plantarían en 1/16 del cuadro final (6-3, 6-7 y 4-6).
Con mayor tranquilidad y sosiego, Laia Rodríguez y Sandra Bellver lograrían el ‘sorpasso’ del día. Ante Ari Cañellas y Noemí Aguilar, que partían claramente con la vitola de rivales a batir, exhibieron un control total y un aplomo estupendo que les permitió hacerse con la eliminatoria merced a un 6-2 y 6-4. No obstante, posteriormente Cañellas y Aguilar conseguirían el lucky loser por la ausencia de Tamara Icardo y Virginia Riera del torneo, por lo que también pasaban de ronda.
Para concluir, el otro partido que se fue a tres parciales, con Lorena Vano y Letizia María Manquillo siendo protagonistas a un lado de la red, y con Noa Cánovas y Jimena Velasco al otro, las cabezas de serie nº2.
El primer golpe lo darían estas aunque sin despegarse en el marcador todo lo que hubiesen deseado y todo lo que lo intentaron (4-6), viendo cómo en la reanudación sus oponentes daban un paso adelante y se les agarraban al cuello para no solotarlas en ningún momento, forzar la muerte súbita y encumbrarse en ella (7-6).
Solo en el tercero conseguimos ver el dominio esperado de las favoritas, que aceleraron y obligaron con ello a que sus rivales cometieran más fallos en un intento por darles caza que nunca llegó a producirse (4-6, 7-6 y 2-6).
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