Era una final pocas veces vista este año dados los problemas que han ido atesorando los que antaño fuesen números 1, Ale Galán y Juan Lebrón. Por su parte, los llamados a sucederles, Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno, se encontraban a su vez con otra pareja que les pasaba por la izquierda a toda velocidad y por eso han tenido que ir limitándose a escasas victorias, importantes pero sin la regularidad esperada.
Ahora, no obstante, ambos conseguían pelear por un título tras ser mejores que Agustín Tapia y Arturo Coello en Alemania y estaban ante su gran oportunidad de dar un golpe de mano en la clasificación. Lógicamente, no están en condiciones de luchar por el cetro, pero sacan su orgullo siempre que pueden y sobre todo en el caso de los españoles, quieren demostrar que quien tuvo retuvo y que son capaces de encauzar en este último tercio de campaña un año gris tirando a negro.
Lebrón y Galán empezaron como dos máquinas bien engrasadas, un 2-0 para ir tomándole el pulso a la final, aumentando después la distancia gracias a un Ale Galán enchufado, prendido como hacía tiempo que no se le veía (3-0). Pero es que su serenata no se quedó ahí y continuó siendo el rey del escenario, el rey de la fiesta, abarcando un alto volumen de juego y siendo todo un seguro en la definición.
Los registros se pusieron en un 5-0 que anticipaba un parcial perfecto pero al final, los ‘Súper Pibes’ pudieron maquillar ligeramente el marcadr aunque simplemente para no caer con un margen tan amplio (5-2), cerrando luego después con un 6-2 los españoles la manga inicial.
El segundo capítulo del encuentro iba a suponer una continuación de lo visto hasta el momento. Lebrón manejaba y fijaba a los argentinos y Galán entraba como un cuchillo a definir, sentenciando con mando de general, acertando siempre en la toma de decisiones y logrando ambos un break que les puso al frente y que les permitiría con su saque ampliar la renta (3-1).
Sin bajar el nivel, con transiciones rápidas, un juego elaborado y corriendo por toda la pista, los dos españoles fueron encontrando huecos y dominando la red, aplastando las voleas y haciendo imposible cualquier intento de los pupilos de Carlos Pozzoni por salir a flote.
Otro break en el séptimo juego sería la sentencia final, consiguiendo un 6-2 y 6-2 que les colocaba como triunfadores totales del torneo, superando no solo a la pareja nº1, sino también a la pareja nº2, en una sola semana. Parece que Lebrón y Galán han vuelto, regresan del ostracismo tras una larga travesía por el desierto, con su segundo título de la temporada tras el conseguido en Finlandia. Una nueva pareja se suma a la pelea y con eso se agita más si cabe un emocionante final de temporada.
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