Cómo contar la vorágine de resultados que se vivieron en los cuartos de final masculinos del German Padel Open. Todo escapó de la lógica y se vivieron auténticas montañas rusas en la pista que, para delicia del público, acabaron por dejar a los mejores del ranking en las semifinales para, al menos, disfrutarlos un día más.
Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno fueron los que más claridad de ideas y ejecución tuvieron y ante los que podrían ser una versión 2.0 de ellos, también argentinos pero algo más jóvenes y todavía sin el poso que dan las horas y horas de competición, Tino Libaak y Leo Augsburger, les hicieron ver que el camino es duro y largo y que para llegar arriba hay que trabajar mucho (6-4 y 6-2).
Paquito Navarro y Fede Chingotto vivieron dos caras totalmente opuestas en su encuentro ante Miguel Yanguas y Fernando Belasteguín; una pelea tremenda en la primera parte, en la que las dos parejas tiraron de todo y acertaron casi siempre en su toma de decisiones tanto en ataque como en defensa y donde se vio un cuerpo a cuerpo fantástico que ganarían Paquito y Fede en el tie break. Ese empuje les hizo darse un baño de seguridad y confianza que en el segundo se tradujo en un parcial perfecto y si bien eran ellos los que en el torneo anterior recibían un severo correctivo cuando vimos pasar a Paquito pro debajo de la red ante ‘Los Súper Pibes’, ahora eran el sevillano y su compañero los que endosaban un 7-6 y 6-0 a sus oponentes.
Sufrirían los nº1, Agustín Tapia y Arturo Coello ante el despliegue de juego y rapidez de ‘Coki’ Nieto y Jon Sanz. Un partido de alternativas constantes tanto en el segundo como en el tercer set, donde hubo que acudir a la muerte súbita y donde Nieto y Sanz jugaron de tú a tú, sin amedrentarse ante los líderes del año.
Es verdad que en el inicio la seguridad y confianza de Coello y Tapia fue factor determinante para que consiguieran un soberbio 6-3 que en cualquier otro partido hubiese tenido igual continuación, pero los dos españoles no bajaron los brazos en ningún momento y siguieron peleando y llevándose premio a su insistencia.
Forzaron y se llevaron el tie break en el segundo y forzaron también otro en el tercero, aunque en esta ocasión la suerte sonrió a los campeones y Coello y Tapia respiraron aliviados tras hacerse con un partido muy complejo (6-3, 6-7 y 7-6).
Tampoco les fue fácil a Ale Galán y Juan Lebrón, pues el muro levantado por unos crecidos Juan Tello y Álex Ruiz era enorme y resistente.
En su constante escalada por recuperar su mejor versión, Galán y Lebrón iniciaron el combate con soltura, ganando revoluciones y control con el paso de los juegos, abrazando una rotura de servicio en la parte final para obtener una ventaja que guardaron como un tesoro y que les valió dar el primer paso en pos de la victoria (4-6). Pero Tello y Ruiz, también en fase de crecimiento, supieron controlar el nerviosismo y sacarle partido a su envergadura en la pista, soltando el brazo cada vez con más asiduidad y respondiendo a los ataques de Ale y Juan. Mucho ir y venir de bola en un partido de alta tensión que tuvo que irse al desempate en el segundo, que cayó del lado del andaluz y el argentino, empatando así la eliminatoria (7-6).
Quedaba la tercera manga y con ella un nuevo episodio de pelea que subió más si cabe los decibelios. ninguno de los cuatro quería dejar un mínimo resquicio de oportunidades a los adversarios y de nuevo, tras unos puntos de medida y marcaje hombre a hombre, empezaron con el fuego de artillería que llevó, otra vez, a una rotura de servicio de nuevo para Lebrón y Galán. Otra vez agarrarían con fuerza la ventaja y se plantaron, con ella, en semifinales (4-6, 7-6 y 4-6).
Las semifinales masculinas quedan de la siguiente manera:
Arturo Coello y Agustín Tapia contra Ale Galán y Juan Lebrón
Fede Chingotto y Paquito Navarro contra Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno
Los comentarios están cerrados.