No es la primera vez que ocurre ni será la última. En las finales de previas, ya sean masculinas o, como en este caso, femeninas, de los cuatro partidos, dos caminaron por la senda del margen amplio y el sosiego y otros dos fueron de desfibrilador en mano para tratar de mitigar las taquicardias y los infartos que produjeron a más de uno.
Alemania ha vuelto a ofrecer una sesión con muy buenos ingredientes que han dejado un gran regusto en el paladar de los aficionados.
Así, salvo el encuentro que suponía la llegada a los 1/16 de final de Arantxa Soriano y Sandra Bellver al ganar por 6-2 y 6-4 a Laia Rodríguez y Martina Fassio, o el 6-2 y 6-2 de Noa Cánovas y Jimena Velasco sobre Amanda Girdo y Helena Wyckaert, es decir, las dos cabezas de serie más favoritas, las otras dos eliminatorias tuvieron bastante más complejidad.
Que se lo pregunten a Lara Arruabarrena y Ana Fernández De Ossó, que sufrieron de lo lindo y tuvieron que jugar un final de nervios muy templados ante Ksenia Sharifova y Marta Borrero (7-6 y 7-5), pues el partido no dejó de enredarse en ningún momento y fue una prueba de fugo para ver quiénes se hacían más fuertes en un final apretado.
Y si este fue complejo, qué decir del cuarto en discordia, el que enfrentaba a Águeda Pérez y Patricia Martínez contra Ari Cañellas y Noemí Aguilar. Una batalla colosal, de proporciones épicas que tuvo a las cuatro más de tres horas sobre la pista para terminar igual que empezaron, con Pérez y Martínez venciendo en el tie break tras un constante ir y venir de bola y caer de puntos a uno y otro lado de la red.
Ninguna de las cuatro concedería nada y mucho menos dejaría que las rivales se creciesen, porque si acertadas estaban en ataque, en defensa no lo estuvieron menos y dejaron para la galería un derroche magnífico de ganas, ambición y juego. Un partido que terminaría con un 7-6, 5-7 y 7-6 que mereció haber repartido billete para las cuatro.
Este miércoles día 27, a partir de las 11 de la mañana, el cuadro final femenino echará a roda y esperamos que nos deje el mismo buen sabor de boca que las previas.
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