La capital de España se despedía de World Padel Tour con una cita de aúpa en el cuadro masculino. Las dos mejores parejas de la actualidad cara a cara, un duelo no generacional, pues los cuatro son jóvenes, pero sí en parte de estilos y, sobre todo, de inercias.
Porque mientras que Arturo Coello y Agustín Tapia venían con la flechita hacia arriba, Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno lo hacían algo renqueantes, sorteando obstáculos y salvando vidas en cada eliminatoria pero al final, todo se reduce a sensaciones. Esas que hace diez años, parece poco pero en realidad es un mundo, hicieron que los focos apuntasen a dos jóvenes recién llegados de Argentina, dos apodados ‘Súper Pibes’, que decidían llegar a nuestro país para asombrar y que ahora, una década después se elevaban a lo más alto. Un cierre de círculo perfecto, un capítulo contado a la perfección.
Un partido en el que hubo dos protagonistas por encima del resto: por un lado un Arturo Coello que no terminó de encontrar sensaciones ni con el remate ni, a nivel general, con su jeugo en la pista pero que aun así dejó momentos de pelea y trabajo; y por el otro, un Martín Di Nenno estratosférico, colosal, que jugó puede que su mejor partido del curso, secando tanto al citado Coello como a Tapia, rematando, manejando los tiempos a la perfección y creando desorden con sus voleas.
Así, a pesar de que el juego de los ‘Golden Boys’ no eran tan fluido como cabía esperar, supieron agarrarse al encuentro y mantenerse pegados (2-2), apareciendo en el quinto juego un punto de oro que puso a los argentinos por delante (2-3). A este le seguiría otro punto de oro con Tapia al saque en el siguiente intercambio de servicios y, esta vez sí, caería para los nº1, que se agarraban como podían, pero a los argentinos se les veía más sueltos, controlando mejor el entramado táctico, y mentalmente mucho más despiertos, lo que se traduciría en el primer set para ellos con un 5-7.
A la vuelta del descanso Di Nenno seguía causando estragos y Stupa empezaba a volar, siendo un dolor de cabeza constante en el juego por alto.
La tónica seguía idéntica, unos agarrados como podían aunque con más complicaciones y los otros sueltos, con picante y veneno, lo que ejemplificaba perfectamente un Arturo Coello que miraba siempre hacia abajo, no conseguía enlazar buenas acciones y estaba perdido, sin que su técnico, Pablo Crosetti, fuera capaz de sacarle el nubarrón negro de la cabeza.
La tormenta se cernía sobre el y sobre un Tapia que sufría en defensa y que era incapaz de sostener él solo a la pareja, lo que permitió quebrar a los argentinos (3-5) y darles la confianza para el golpe final (5-7 y 4-6).
Este triunfo supone el sexto título de la temporada para los chicos de Carlos Pozzoni (el quinto en World Padel Tour), reduciendo ligeramente la diferencia con los nº1 y dando un aviso de que en esta segunda mitad de temporada siguen con las mismas ganas y fuerzas de siempre, que lo van a pelear y que no van a ceder en bandeja ningún torneo a los líderes de la clasificación.
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.