‘Súper Pibes’ contra ‘Golden Boys’ o lo que es lo mismo, las dos mejores parejas de la temporada, un duelo a todas luces espectacular que pondrá el punto final al torneo y también al paso de World Padel Tour por Madrid. El circuito despedirá su carrera con el cara a cara más impresionante que el pádel masculino tiene hoy por hoy.
Eso sí, cada una de las parejas ha llegado por un camino muy distinto desde semifinales, unos de suave caminar, incluso cuesta abajo, y los otros con una ascensión escarpada y gran dificultad, pero han llegado y ahora hay que pelearlo en la pista, no importa el antes, solo el aquí y ahora.
Arturo Coello y Agustín Tapia dejaban atrás a una de las parejas sensación del torneo, la familia Gutiérrez, ‘Sanyo’ y Agustín, se juntaban hace muy poco para olvidar los malos resultados y los altibajos del pasado, sobre todo el primero, y ha sido empezar y estar ya a un nivel muy alto, llegando a semis en su primera comparecencia, dejando por el camino incluso a Ale Galán y Juan Lebrón, pero este sábado ante los números 1 ya era tarea titánica y notaron el cansancio y sobre todo, la falta de acierto y la manera en que Tapia y Coello neutralizaron al mayor de los Gutiérrez, anclándole atrás y volcando el juego sobre el ‘Oveja’, quien intentaba salir del paso pero sus ganas no llegaban a cuajar.
Así, pasada la media hora, la diferencia era enorme y el primer set quedaría cerrado pudiendo hacer solo un juego (6-1, pero es que el segundo fue aún peor. La estadística fue más perfecta todavía para los de Pablo Crosetti, que manejaron un set inmaculado, sin fisuras, contundente, bonito, impoluto. Con un 6-1 y 6-0 sin llegar siquiera a la hora de juego, Agus y Arturo ponían los dos pies en la final.
Stupa y Di Nenno sobreviven a duras penas para acabar brillando
Hace diez años, aparecían por la Caja Mágica dos jugadores muy jóvenes que respondían al nombre de Martín Di Nenno y Franco Stupaczuk y ahora, este 23 de septiembre de 2023, una década después, llegaban los mismos nombres pero con mucho más recorrido, más hecho y con miles de recursos más, experimentados y con una evolución más que notoria.
Su esencia siempre está ahí y quizá eso es lo que les permitió superar a Paquito Navarro y Fede Chingotto en un ejercicio de resistencia numantina imponente, pues el andaluz y el argentino les recibieron llenos de plomo y con el arsenal dispuesto, disparando a diestro y siniestro.
Empezaron con seriedad, sabiendo sortear los ataques de Stupa y el manejo de Di Nenno con Paquito jugando al tran-tran, ahorrando todas las fuerzas posibles sabedor de que el partido iba a ser duro, y dejando que su escudero Chingotto fuese el que se multiplicase en la defensa y le abriese a su vez huecos. Todo ello supuso que el partido se convirtiera en una suma conjunta de juegos y que el final tuviera aroma de tie break pero en el último momento, Paquito y Chingotto decidieron evitarlo y con una dentellada en forma de break, se llevaron la casi única diferencia existente en el luminoso (7-5).
Pero, igual que ocurriría en cuartos, la dentellada de los ‘Súper Pibes’ estaba por llegar, aunque esta vez se fraguó más lentamente. Su juego siguió ordenado pero con un punto extra de picante, buscando atacar más que antes y obligar a que Paquito hiciera más contraparedes y a que Fede tuviera que tirar mucho globo. Esa receta, sin embargo, no impidió que la paridad continuase y que juego tras juego ninguno de los cuatro fuese capaz de romper la inercia que llevaba el encuentro y que, esta vez sí, el desempate apareciera con fuerza y llegara para quedarse. Ahí, los de Carlos Pozzoni fueron de menos a más y acabaron por empatar todo (6-7).
Con todo por decidir y el público frotándose las manos ante la que podía ser una guinda incluso mayor, llegó la explosión de Stupa y Di Nenno y el cortocircuito de Navarro y Chingotto. Golpe a golpe, punto a punto, bola a bola, fueron encontrando su sitio y desplazando a los oponentes, una concatenación de aciertos en su lado y de errores en el rival para que su efervescencia fuese total y culminase con un parcial perfecto a la par que inesperado (7-5, 6-7 y 0-6), con Paquito pasando por debajo de la red como mandan los cánones no escritos y los ‘Súper Pibes’ alzando el brazo al cielo de la Caja Mágica.
Este domingo habrá en juego un título y World Padel Tour se despedirá de Madrid con el octavo cara a cara entre las dos mejores parejas del año, con un balance de cinco victorias para Coello y Tapia y dos para los argentinos. Puede haber un acercamiento o la distancia hacerse más grande. Ocurra lo que ocurra, el pádel y los aficionados serán los que ganen.
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